EC: El clásico de la tranquilidad para Mourinho

Mourinho ha pedido a sus jugadores que no caigan en distracciones inútiles: ahora se habla en el terreno de juego


Mourinho conversa con Khedira.




Aunque en anteriores ocasiones los jugadores del Real Madrid afrontasen cualquier enfrentamiento con el Barcelona con las revoluciones demasiado altas y con los nervios a flor de piel, el próximo sábado todo será diferente.

Desde hace semanas, José Mourinho se ha esforzado por concienciar a sus jugadores de que cuentan con las armas suficientes dentro del terreno de juego para derrotar al Barcelona. Para ello, el luso ha inculcado a los suyos la necesidad de evitar cualquier clima que aporte crispación y negativismo en el vestuario.

Los maravillosos resultados que el conjunto blanco ha venido cosechando en los dos últimos meses han hecho que la tranquilidad y el sosiego sean las constantes en el vestuario blanco.

Lejos de querer producir un efecto de cierta descarga de presión entre sus futbolistas, el luso está convencido de que el camino correcto es el del trabajo silencioso, algo que también hemos anunciado en DC. Preocupado al máximo por saber contrarrestar las virtudes del rival, el de Setúbal ha preparado el próximo clásico alejado de cualquier polémica o confrontación.


Mourinho puesto especial énfasis en trasladar a sus jugadores que la fórmula ideal para conseguir el éxito se basa en mantener el trabajo y la concentración durante los 90 minutos de juego, esquivando cualquier tipo de distracción que se aleje del verde. Maximizar la presión en todas las zonas del campo y mantener la intensidad son factores clave que los futbolistas blancos han aprendido a la perfección.

Debido a la trascendencia del partido, el entrenador ha optado por intentar esconder sus planes de cara a la prensa, con sesiones a puerta cerrada y reservando a pilares básicos de su esquema, como son Casillas, Marcelo, Pepe, Ramos, Lass, Khedira y Cristiano, que no han viajado a Ámsterdam y salvo variación de última hora, serán titulares ante el Barcelona.

José Mourinho aboga porque sus futbolistas nunca pierdan el control de la situación y consigan imponer su juego, sean las que sean las características del rival. Esto ya lo han conseguido en partidos complicados fuera del Bernabéu, como ocurrió en Mestalla o en Gijón y esa misma filosofía se debe mantener el 10-D.

Sobre la disposición táctica de los suyos, aún se mantienen varias incógnitas, como la de la demarcación que ocupará Lass o si Kaká o el teutón Özil saldrán desde el inicio. De todas formas, Mourinho también ha hecho hincapié en la importancia que tienen todos los jugadores para su equipo, por lo que cada uno aceptará el rol que se le imponga sin mostrar malestar alguno. Desde la tranquilidad hacia la victoria. Ése es el nuevo José Mourinho.