Por eso, el choque se veía como una final tanto para los madridistas como para los culés. Incluso la relevancia del mismo era mayor para los de Guardiola, pues solo les valía ganar si querían seguir teniendo opciones de lograr un nuevo título. Algo para lo que también tenían en contra a la historia, pues antes de este sábado hasta 26 veces el Real Madrid se había medido al Barcelona como líder. Y en 17 de ellos el triunfo había sido merengue, por 5 empates y solo 4 triunfos culés.
Por tanto, todo apuntaba a un triunfo merengue que no ha podido ser refrendado. El Barcelona ha sido capaz de sacar algo positivo en su visita al Santiago Bernabéu y ha cosechado una victoria que le deja igualado en la cabeza de la clasificación con los de Mourinho. Sin embargo, el Madrid podría recuperar el liderato en solitario si lograra un triunfo en su visita del próximo sábado al Sánchez Pizjuán. Ése será su último partido del año, por lo que si consiguieran vencer en Sevilla se comerían las uvas con una ventaja muy interesante que no se les debería escapar en el 2012.
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