Mou sabe qué debe mejorar

El Madrid sólo perdió 8 partidos en 2011, pero el luso quiere disminuir la cifra en 2012





Ahora que finaliza 2011 y abre sus puertas un nuevo año, ha llegado la hora de hacer balance, y aunque Mourinho no lo quiera hacer público, sabe perfectamente qué ha mejorado en este tiempo y qué cosas aún están por mejorar. En 60 partidos disputados a lo largo del año, el Real Madrid venció 45, empató siete y perdió ocho. Perder ocho encuentros en un año entra dentro de lo posible y no es un balance del todo malo. Sin embargo, algunas de las derrotas sufridas significaron la pérdida de títulos para el Real Madrid, y ahí es donde Mou quiere que se mejore.

2011 ha sido un año regular para el Madrid. No es que no haya sido ni bueno ni malo, sino que la regularidad mostrada por los blancos ha quedado fuera de toda duda. No obstante, el cuadro merengue ha tenido problemas ante dos determinadas situaciones: los enfrentamientos directos con el FC Barcelona y los choques ante equipos de la zona baja de la tabla en el campeonato nacional de Liga. Resulta curioso que el Madrid pasara por encima de equipos como el Valencia, el Sevilla o el Atlético de Madrid y se dejara puntos ante el Osasuna, el Zaragoza o el Sporting la temporada pasada (los dos últimos en el Bernabéu) o ante el Levante en ésta.

Puntos que a la postre significaron el adiós definitivo a la pasada Liga, decantada por una mínima diferencia. "La diferencia entre ganar o no ganar competiciones son pequeños detalles", dijo el pasado martes Mourinho en la última rueda de prensa del año. Y, efectivamente, esos detalles fueron los que dejaron al Madrid únicamente con la Copa del Rey en su haber. De las ocho derrotas sufridas a lo largo del año, tres fueron contra el Barcelona: la primera decantó el pase de los culés a la final de la Champions y la segunda significó la pérdida de la Supercopa de España. En ambos casos fueron pequeñas (o grandes) cosas las que decantaron la balanza. El resto fueron ante equipos pequeños que sorprendieron a los blancos, arrebatándole los suficientes puntos como para que el Barcelona se hiciera con la Liga.

Esos ocho partidos perdidos no le han gustado nada a Mourinho, que trabajará duro para que esa cifra no se vuelva a alcanzar en 2012. El objetivo son los títulos, y especialmente en los partidos clave es donde el luso no quiere fallar. Siendo así, los éxitos estarán mucho más cerca de llegar a Chamartín.