El central portugués volvió a su posición habitual, actuando en el centro de la defensa junto a Sergio Ramos, y fue insultado por la grada del Camp Nou, que incluso celebró una dura entrada de Messi sobre su persona. En líneas generales, la presión no afectó al carácter del central, que actuó como lo suele hacer en el eje de la zaga, saliendo al corte, jugando el balón cuando fue necesario e incluso entrando en polémicas, cuando mediada la primera mitad tuvo sus más y sus menos en un córner con Piqué.
En cualquier caso, parece que Pepe seguirá jugando sin ningún problema en próximos compromisos, ya que Mourinho no ha caído en la trampa del antimadridismo, que se ha esforzado y mucho en hacer que el central no volviera a vestir de blanco. Eso sí, a partir de ahora será persona non-grata en el Camp Nou, donde han llegado a calificarlo de "asesino", aunque seguramente al zaguero le importe poco la opinión del barcelonismo...
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