La relación entre ambos técnicos es magnífica en los últimos tiempos. Tras el duro enfrentamiento que tuvieron la temporada pasada, las cosas entre ambos se normalizaron el pasado mes de Abril. El técnico merengue demostró a Preciado que él no es como muchos le quieren pintar.
Mourinho tuvo el gran gesto de entrar en el vestuario asturiano al finalizar el Real Madrid-Sporting de la pasada campaña. Los rojiblancos asaltaron el Bernabéu ganando por 0 goles a 1 y el portugués entró en la caseta a felicitarles uno a uno. Preciado valoró aquello como un gesto de buena voluntad y las rencillas quedaron enterradas.
Desgraciadamente, éste pasado otoño, Preciado perdió a su padre en un desgraciado accidente y Mourinho no dudó en telefonearle para transmitirle sus condolencias. Mourinho y Preciado tuvieron un duro enfrentamiento, pero a día de hoy entre el portugués y el asturiano sólo reina el respeto y la amistad.
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