El Real Madrid no quiere cuentos chipriotas

Los blancos son claramente superiores a un Apoel en el que lo más destacado es su afición. Los blancos pueden dejar la eliminatoria muy encarrilada de cara al choque del vuelta del Bernabéu.





Es obvio que tanto Mouinho como Khedira y Butragueño compartan el mismo discurso de precaución antes de jugarse las castañas en cuartos de final de la Champions frente al Apoel. El respeto hacia el rival siempre ha de ser máximo pero nadie podrá negar que si al Madrid le dicen que su rival en esta ronda iban a ser los chipriotas hubieran firmado con los ojos cerrados. Eso no es óbice para desestimar la confianza y aparcar cualquier conato de relajación, pero la realidad es la que es, y el Real Madrid debe hoy encarrilar, e incluso casi sentenciar, su pase a la próxima ronda de la Champions.

APOEL: Chiotis; Poursaitides, Paulo Jorge, Oliveira, Boaventura; Charalambides, Pinto, Morais, Solari, Trickovski y Ailton.

REAL MADRID: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Granero o Coentrao; Ozil, Kaka, Cristiano Ronaldo y Benzema.

ÁRBITRO: Felix Brych (ALE).


ESTADIO: GSP Stadium.

HORA: 20.45 (TVE-1)

Del Apoel lo que más se teme es al ambiente. Eso ya dice bastante. Aun así, el equipo chipriota tiene la clásica bala en la recámara de los humildes: nada que perder y todo que ganar. A los de Mourinho, por su parte, les sucede todo lo contrario: no superar al Apoel sería un verdadero descalabro. Es una de las miles de diferencias existentes entre los dos equipos que se enfrentarán esta noche en Nicosia.

Si hay una reválida en el partido será ver cómo soluciona el Real Madrid la baja de Xabi Alonso. No atormenta tanto porque enfrente estará el Apoel, pero sí será una buena prueba de fuego para Granero, que se presume puede ser el sustituto del vasco, aunque no se descarta algún que otro malabarismo de Mourinho, como la presencia de Coentrao en esa zona del campo. Sea de una forma o de otra, lo cierto es que al Real Madrid le tocó el ‘flaco’ en el sorteo, y hoy no puede permitir que lo que el bombo le dio, el campo se lo deniegue.