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A pesar de que Mourinho quiso evitar la polémica por el arbitraje de Paradas Romero y no hizo mención alguna a éste, parece que el luso tiene razón cuando afirma que, haga lo que haga, siempre intentan dejarle en evidencia. Es el caso de Miguel Ángel Lotina, que 'amenazó' al entrenador del Madrid afirmando que "no le hubiera permitido que me llamara ladrón". Todo ello a pesar de que reconoció que no ocurrió tal cosa: "Mourinho no me llamó ladrón, ni le vi después del partido, no me saludó".
Para colmo, Lotina tuvo la desvergüenza de opinar que el árbitro perjudicó al Villarreal, aunque, según él, hay que evitar este tipo de asuntos: "Lo que hay que hacer es dejar de hablar de los árbitros y estar enredadando. Le estamos haciendo mucho daño al futbol, lo del insulto caliente lo entiendo pero lo posterior ya no". Debería aplicarse el cuento, visto lo visto. Para rematar la faena, el entrenador del Villarreal se atrevió a ponerse moralista: "Cuando uno es entrenador de un club representa a ese club y su comportamiento debe ir acorde con la historia y con la entidad de ese club. Cada entrenador representa a un club y debe ir acorde a la historia y a la entidad del club".
Parece ser que la historia del Villarreal es poca teniendo en cuenta las palabras de su entrenador, un técnico que debería estar más preocupado de alejarse del descenso que de meterse en asuntos que nada tienen que ver con él e ir de listo y de 'matón' por la vida.
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