El colegiado andaluz fue el encargado de dirigir el último partido de la primera vuelta entre Mallorca y Real Madrid. Los blancos sudaron tinta para vencer en un partido que se les complicó gracias al pésimo arbitraje de Pérez Montero.
El paisano de Paradas Romero, dejó sin expulsar a los mallorquinistas Cendrós y Chico y se 'comió' un clamoroso penalti a Callejón mediada la segunda parte. Los madridistas, se sobrepusieron a las adversidades y lograron sacar 3 puntos fundamentales para ganar el campeonato.
Todo parece bien atado desde la conversación entre Rosell y Villar. El mandatario de la federación le está dando todo lo que pidió el presidente culé, de una manera que empieza a ser descarada. El sábado, tendremos un nuevo 'capítulo' del Villarato con Pérez Montero como protagonista principal.
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