El 25 de abril tiene que ser mágico

El madridismo debe hacer honor a la filosofía del mejor club del Siglo XX





En el mundo del fútbol todo puede cambiar en cuestión de horas. Basta un mal resultado para que, lo que antes te sonreía, ahora sea un motivo para el pesimismo. Por eso, la afición madridista vive momentos malos tras la derrota sufrida el martes en Múnich. Más que por el resultado, 2-1, por la imagen mostrada por el equipo, ya que tuvo incluso la oportunidad de llevarse el encuentro y terminó encerrado en su área en la última media hora y dando la impresión de que tenía serios problemas para hacer su fútbol habitual.

La derrota bastó para que en la prensa catalana se apresuraran a ocupar gran parte de sus portadas con el golpetazo merengue. Ni siquiera el hecho de que el Barcelona jugase su semifinal en Londres evitó que la 'caverna' demostrara una vez más su 'madriditis crónica'. Por lo que parece, en los medios pro-culés hay miedo de verse las caras con el Real Madrid en la final y por eso convierten en un resultado fácilmente remontable en casi una debacle blanca. Una moda a la que se ha apuntado también algún que otro periódico alemán, creyéndose que esta 'guerra' ya se ha acabado.

 

 


Pero están muy equivocados. Porque para el Madrid no hay imposibles. Y menos para remontar un resultado adverso tan corto, algo que tal y como ha dicho Mourinho, de conseguirse tampoco se podría considerar como una gran hazaña. Es muy probable que el Bayern de Múnich sea, a día de hoy, el tercer mejor equipo del mundo. Pero eso no lo coloca, ni mucho menos, a la altura de este Real Madrid. Líder de la Liga española y uno de los ataques más temibles de todos los tiempos. Los de Mourinho son superiores a su rival y deben demostrarlo en el Santiago Bernabéu con la ayuda de su gente.

Una parte importante de la historia de este club se ha moldeado en la década de los 80, gracias a los títulos conquistados por la 'Quinta del Buitre' y la posterior 'Quinta de los Machos'. Un equipo que ganó Ligas y Copas de la UEFA, pasando a la memoria colectiva por no dar nunca perdidas las eliminatorias, aunque partieran con cuatro goles de desventaja. El genio Juanito lo supo inmortalizar en su frase "90 minutos en el Bernabéu son eternos". La leyenda del Real Madrid engordó entonces y lo hizo honrando a su imperecedera filosofía, la de pelear siempre hasta el final, sean cuales sean las adversidades.

Por eso, ahora el Real Madrid tiene en su mano regresar el 19 de mayo a Múnich. Pocas veces el Santiago Bernabéu tiene la oportunidad de vivir un partido tan importante para su equipo. Hace diez años que el estadio blanco no es decisivo para jugar la final de la Champions y este es un detalle que se debe hacer notar el próximo miércoles 25 de abril. Más de 80.000 madridistas tendrán la oportunidad de jugar una semifinal europea, convirtiéndose en el duodécimo jugador merengue. Un momento único e idóneo para hacer justicia, para volver a vibrar como en los 80, para callar todas las bocas oportunistas. Porque este Real Madrid merece jugar la final. Y probablemente ganarla. Así que unámonos y luchemos por la 'Décima'. Al fin y al cabo, solo 180 minutos nos separan de ella.

 

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