"Nos vamos a casa con tres puntos ante un equipo que viene demostrando ser de los mejores del mundo. Tenemos la sensación de haber sido merecedores del triunfo. Aún quedan cuatro partidos y, matemáticamente, nos quedan seis para ser campeones. Siendo realistas, la diferencia de puntos era mínima en estas últimas jornadas. Nos jugábamos mucho", reconoció Ramos, que celebró que los madridistas pudieran disfrutar de este gran triunfo.
Por otro lado, señaló que el equipo se quitó la espina de los últimos resultados desfavorables ante los culés: "No hay que pensar en el pasado, poco a poco vas sabiendo cómo hacerles daño y en los últimos choques se iba viendo que la diferencia era mínima. No hay que quitarles méritos, el resultado ha sido merecido y no hay que darle más vueltas. Uno se saca la espinita cuando gana a un rival directo como el Barcelona", explicó. Además, reconoció que este tipo de victorias se celebra de forma especial: "Mentiría si digo que lo hemos celebrado igual que cuando ganamos a otro equipo, pero estamos tranquilos porque aún no se ha conseguido la Liga", concluyó.
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