Haced que Juanito se sienta orgulloso

El Bernabéu será una caldera para intentar remontar el 2-1 que trae el Bayern de Múnich a su favor ante el Real Madrid en las semifinales de la Copa de Europa.





El madridismo ha venido apelando a Juanito en los últimos tiempos para intentar remontadas que luego se consiguieron o no, pero lo único evidente es que el espíritu del genio malacitano permanece en la retina de los aficionados blancos porque él sentía la camiseta como nadie, la sudaba como pocos y la disfrutaba como si fuera su último día. Esta noche, ante el Bayern, si Juanito estuviera sobre la hierba lo primero que haría sería dar un grito en el túnel que acongojaría a esos tíos de casi dos metros de altura que son el último obstáculo para que el Real Madrid se plante en la gran final de la Champions.

REAL MADRID: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo o Coentrao; Xabi Alonso, Khedira; Di María, Ozil, Cristiano Ronaldo; Benzema.

BAYERN MÚNICH: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Luiz Gustavo, Kroos, Schweinsteiger, Robben, Ribéry y Mario Gómez.

ÁRBITRO: Viktor Kassai (HUN).


ESTADIO: Santiago Bernabéu.

HORA: 20.45 (TV Autonómicas)

Los jugadores de Mourinho se han encargado de pedir en cada aparición pública el apoyo de la grada para esta noche. A buen seguro que lo van a tener, a pesar de que el precio de las mismas no sea el más recomendable para una economía en recesión como la nuestra. Eso sí, una vez soltada la pasta, el que vaya al estadio y no se lo pase bien es porque no siente la camiseta, que diría Juanito. Cristiano afirmaba hace unas horas que esperaba que el Bernabéu marcara el primer gol. En sentido figurado, ese gol el Madrid lo tiene hecho, pero el que le tiene que llevar a la final de Múnich no lo marcarán ninguno de los más de 80.000 espectadores que vivirán el partido en directo, sino los 11, 12, 13 ó 14 futbolistas que tengan la fortuna de pisar el tapete del Bernabéu.

El resultado de la ida no es malo para el Real Madrid pero es peligroso. Los alemanes vendrán a defender su renta y a intentar arañar a Casillas cuando el Madrid se lo permita, que deberían ser las menores veces posibles. Por el contrario, la duda de si Mourinho refuerza el centro del campo para sacrificar a alguien de los de arriba es más que razonable. Igual es respetar demasiado a los alemanes, o quizá es respetar la posibilidad de que la alegría sobre el campo se desborde antes de lo necesario. Lo único claro es que hay un pasito en forma de gol para que el Madrid vuelva a estar en la final de la Champions. Y hay que darlo esta noche sí o sí. Juanito y su espíritu así lo querrían. Por eso, como dice la imagen de portada, hoy más que nunca la camiseta blanca debe ser honrada y la mejor forma de hacerlo es respetando la historia del Real Madrid, es decir, ganando.