Nada más acabar el encuentro en San Mamés que le daba la Liga al Real Madrid, el vestuario merengue se convirtió en una improvisada sala de fiesta. Los jugadores merengues bailaron, saltaron y disfrutaron al son de la música; aprovechando algunos de ellos para inmortalizar el momento con sus cámaras de fotos. Sin duda, fue un momento inolvidable que no es más que el aperitivo de lo que les puede esperar este jueves en Cibeles. Véalo a continuación.
DEJA TU COMENTARIO