Valverde pasa mala noche y ve difícil ganar la etapa

"No ha dormido apenas por los dolores de las heridas", dice Unzúe





Alejandro Valverde pasó una mala noche por los dolores que le causó la caída que sufrió ayer en el Tour de Francia, por lo que es difícil que luche por la victoria de etapa de hoy, con final en el puerto de Super-Besse, afirmó el director del Caisse d"Epargne, Eusebio Unzúe. "No ha dormido apenas por los dolores que le provocaron las heridas, las rozaduras lógicas de una caída a 55 por hora contra el asfalto", aseguró el técnico, quien, sin embargo, confirmó que "lo único que está claro es que no tiene nada grave".

Unzúe señaló que en este tipo de caídas es difícil ver las consecuencias y que las quemaduras son dolorosas sin que se sepa cómo van a evolucionar. "Además estuvo casi cuatro horas con las heridas sin tapar y el sol le quemó más", dijo. Con este panorama, el director de la formación española señaló que será complejo luchar por la victoria en la cima de Super-Besse, primera llegada en alto del Tour de Francia, un puerto de segunda categoría donde el murciano podía haber tratado de arañar segundos en la general, en la que ocupa el puesto 17 a 1:27 minutos del líder, el alemán Stephan Schumacher.

"De momento no pensamos en la etapa, sino en que se recupere, que salve hoy bien el día. Si a lo largo de la jornada se siente bien puede intentar algo, pero la prioridad es pasar el día de hoy", dijo Unzúe. El director del Caisse d"Epargne reconoció que "de haber estado bien" el ciclista murciano "habría luchado por la victoria" en la cima de Super-Besse.

Valverde se cayó en el kilómetro 87 de la etapa de ayer, entre Cholet y Chateauroux, tras pillar un reflectante de la carretera, lo que le provocó heridas en la clavícula, el brazo y la pierna derechas. Tras la etapa fue sometido a diversos reconocimientos que revelaron que no sufre ninguna fractura. El ciclista murciano se vio obligado a abandonar el Tour de hace dos años a causa de una fractura de la clavícula derecha.

Valverde es uno de los favoritos para la victoria final en el Tour de Francia y fue el primer maillot amarillo de esta edición tras su victoria en la etapa de Plumelec.