La gira yankee, cerrada con la gorra

El Real Madrid no tuvo ningún problema para superar al Celtic por 0-2 en su último partido en territorio estadounidense.





Dicen los puristas que la pretemporada no está para sacar ningún tipo de conclusión. Ni a favor ni en contra. Lo cierto es que el Real Madrid sacará las suyas, con partes positivas y otras a mejorar. En eso consiste la grandeza de un equipo grande, en tratar de mejorarse a sí mismo cada día, cada mes y cada año. También cada temporada.

Lo cierto es que el Celtic de Glasgow apesta a equipo histórico, pero no lo es menos que sus mejores años parecen haber pasado. Y eso que físicamente está más rodado que el Real Madrid y se juega su particular temporada en breve intentando acceder a la Champions. A pesar de ello, el equipo de Mourinho pudo haber jugado sin portero toda la primera parte porque nadie hubiera echado en falta unos guantes en la meta del conjunto blanco. El Madrid no está para poner ritmos vertiginosos a los partidos, o al menos no debería estarlo tan pronto. Pero aun jugando al trote, demostró ser infinitamente superior a un Celtic que pretendía vivir de contraataques o golpes de suerte.

Ni siquiera la alineación de Mourinho sirvió como pista para el partido ante el Valencia de dentro de una semana. En ella volvió a estar Kaká, que demostró su poder asociativo en un par de paredes de calidad, aunque también es cierto que falló varios controles y perdió algunos balones. Fue precisamente el brasileño el que tuvo la primera gran ocasión del partido, pero su remate cruzado lo blocó bien colocado el portero del equipo escocés. La gloria de marcar el primer gol del último partido en EEUU no estaba reservada para ninguno de los titularísimos de Mourinho, sino para el chico para todo. Ese dorsal ‘21’, llamado Callejón, que como los niños aplicados de la clase siempre responde cuando se requiere. En esta ocasión estuvo listo para aprovechar un balón que quedó muerto dentro del área, sortear al portero y empujar el balón a la red de la portería. Un gol de pillo. De listo. De los que acaba dando campeonatos.


Celtic 0: Zaluska; Matthews, K. Wilson, Mulgrew, Izaguirre; McGeouch (Fraster, 77'), Kayal, Ledley, Commons; Stokes y Murphy (McGreuger, 32').

Real Madrid 2: Adán; Arbeloa (Nacho, 56'), Albiol, Ramos (Varane, 46'), Coentrao (Sahin, 69'); Khedira (Granero, 46'), X. Alonso (Lass, 56'); Callejón (Di María, 56'), Kaká (Benzema, 46'), Cristiano (Özil, 56'); e Higuaín (Morata, 69').

Goles: 0-1 (21'): Callejón. 0-2 (66'): Benzema.

Árbitro: Sorin Stoica. Amonestó a Ramos (41').

Estadio: Lincoln Financial Field. 34.018 espectadores.

El Madrid vivía bastante plácido. Xabi Alonso se empeñó en mejorarse a sí mismo dando pases en largo. Fue el mejor de los blancos en la primera parte. Del Celtic poco o nada se sabía. Demasiado hacían los escoceses en aguantar el marcado en contra sin que éste se descosiera con más goles, ya que Cristiano Ronaldo tuvo un par de opciones que tuvieron el mismo resultado, agua.

La segunda parte fue más de lo mismo. El Real Madrid siguió con el freno de mano echado. No le hizo falta ni echar gasolina ni subir una marcha más al partido. Estaba lo suficientemente cómodo para no necesitarlo. El mejor ejemplo fue que Casillas, que entró tras el descanso, apenas tocó la pelota. Y es que en defensa el Real Madrid fue bastante sobrado, ya que los escoceses apenas exigieron esfuerzos a los zagueros del equipo merengue.

Era el momento de mover el banquillo, y Mourinho fue intercambiando piezas. Sahin entró como lateral zurdo, Lass se colocó en el centro del campo, Di María le dio velocidad al juego al igual que Morata, pero el protagonismo en forma de gol se lo llevó Karim Benzema. El francés se guisó y se comió él solo un gran pase de Özil y después de enseñarle el balón al defensa lo rompió con la izquierda al palo contrario. Un golazo muy del estilo de Benzema. De los que hacen daño a los porteros. Era la sentencia. El Madrid puso punto y final de esta forma a su gira triunfal por Estados Unidos. Lo próximo será más serio. Y más oficial. Domingo, 19 de agosto, estreno liguero ante el Valencia en el Bernabéu, aunque el equipo no tiene mala pinta. Todo lo contrario.