De hecho, la española es la única Supercopa que Mourinho no ha podido ganar en los cuatro países en los que ha entrenado. Ganó la de Portugal en la temporada 2002-03 con el Oporto, la inglesa en 2005 con el Chelsea y la italiana en el 2008 con el Inter de Milán.
Por tanto, a Mourinho sólo le queda ganar la Supercopa de España para lograr su particular póker de Supercopas, a pesar de que, como ya ha dejado claro el entrenador madridista, este título es el menos importante de los que disputará el Real Madrid a lo largo de toda la temporada, aunque no es menos cierto que un título siempre es un gran reclamo, especialmente de cara a los aficionados, y si éste se disputa ante el Barcelona, la relevancia en caso de victoria se multiplica por tres. Una cosa es que Mourinho diga que es el menos importante, que lo es, y otra que lo vaya a regalar. El que piense eso no conoce ni a Mourinho ni a los jugadores del Real Madrid.
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