Undiano fue testigo de la debacle

El colegiado fue condescendiente con los dos equipos en el Pizjuán





Fue un partido tenso, caliente desde el primer minuto. Ya en el 3' Higuaín puso en aprietos al colegiado al responder a Fernando Navarro con una patada después de que el lateral sevillista le golpeara en el estómago en un balón dividido. La acción se saldó con dos amarillas. En ese apartado no anduvo demasiado fino el colegiado, que perdonó en un par de ocasiones a Botía y enseñó una cartulina injusta a Pepe.

No obstante, poco se le puede reprochar vista la acción en la que Di María, con amarilla, se revolvió para intentar golpear a Rakitic. El argentino sólo le dio al aire, pero le pudo costar la segunda amarilla. Undiano fue condescendiente con el Madrid, igual que lo fue en la segunda parte con el Sevilla, que se permitió el lujo de agarrar a los madridistas en cada jugada a balón parado cometiendo hasta dos penaltis no señalados, sobre Cristiano y sobre Pepe.