A pesar de que antes de visitar Chamartín el argentino habló de dignidad para no fichar por el Real Madrid por su pasado rojiblanco, lo cierto es que hace dos veranos estaba loco por la música por vestirse de madridista. Si no lo hizo no fue precisamente porque él no quiso, ya que era el que más apostaba por jugar en el Real Madrid.
Finalmente el traspaso no se cerró, y acabó en el City. Un equipo con el que visitó el Bernabéu, estadio que le demostró todo su ‘cariño’ al delantero argentino ya que fue, de largo, el jugador más silbado por el público madridista cuando el speaker citó su nombre por la megafonía del estadio. Ni siquiera Touré por su pasado culé, la palma en cuando a silbidos se la llevó Agüero.
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