Kaká lideró la paliza al Millonarios

El brasileño marcó tres goles en la goleada del Real Madrid sobre el equipo colombiano que le valió una nueva conquista del Trofeo Santiago Bernabéu.





Sólo el buen juego y la expectación por ver cómo se comportarían algunos de los jugadores que menos vienen contando para Mourinho podían animar a darle carnaza a esta edición del Trofeo Bernabéu. El madridismo tenía claro que el Millonarios no era el Bayern de Múnich ni el Manchester United, pero al menos había más de un aliciente para disfrutar del partido.

Ya desde el primer segundo de partido se vio que uno y otro equipo tenían ritmos diferentes. Era como juntar a un ciclista profesional en su peso y estado de forma ideal con otro que sólo lo practica a nivel aficionado y cuenta con panza prominente y aficionado a la cerveza. Lo cierto es que Millonarios no fue rival para un Madrid en el Kaká, Higuaín, Morata y Özil se fueron mejorando. Si Higuaín daba una gran asistencia, Kaká le mejoraba. Si el brasileño metía un buen gol, Morata le ponía más belleza al suyo. Y así sucesivamente. No era de extrañar, por tanto, que después de los primeros 45 minutos el resultado fuera de 5-0 para los de Mourinho.

Precisamente Kaká e Higuaín firmaron las dos primeras ocasiones del partido en apenas cinco minutos. El primero disparó fuera, el segundo se topó con el palo. No fue más que un espejismo. El 0-0 duraría exactamente 13 minutos. El tiempo que tardó Kaká en acertar con la pierna izquierda delante del portero visitante. Higuaín asistió y el ‘8’ la colocó en la escuadra. Un buen gol de un Kaká que mostró un nivel más que aceptable. Poco después sería Callejón el que agradeciera la segunda asistencia de la noche de Higuaín. El de Motril no se puso nervioso delante del portero y supo batirle en el mano a mano. El Millonarios comenzaba a descoserse. Y el Madrid a coserle, aunque en este caso a goles.


A pesar de la ventaja en el marcador, los de Mourinho no bajaron el pistón. Es lo que tiene este equipo, que para jugar hay que demostrar que los minutos los mereces, y este partido ante los colombianos era un buen espejo. Otro de los que aprovechó lo que le llegó fue Álvaro Morata. El delantero demostró que aun partiendo desde la izquierda tiene ese olfato goleador que le viene acompañando de un tiempo a esta parte. Primero hizo buena una asistencia de Özil para marcar al portero dejando a un defensa por el camino que terminó por buscar al de Mirasierra sin fortuna y, poco después, era Kaká el que le asistía. El resultado final fue el mismo, gran definición abajo de Morata, sólo que en esta ocasión de tiro cruzado. Mismo fin, distinta forma. El resultado era ya salvaje para las alturas de partido en la que se producía, minuto 36. Eso sí, antes del descanso fue Kaká el que casi sin querer aprovechó de rebote para superar la mala salida de Delgado tras un saque de esquina. El baile era tan holgado como el marcador.

Ficha técnica

Real Madrid 8: Adán (Jesús 72’); Varane (Carvalho 46’), Albiol (Derik 72’), Nacho (Fabinho 46’), Coentrao (Hermoso 72’); Özil (Álex  60’), Khedira (Denis 60’), Kaká (Mosquera 60’); Callejón (Essien 81’), Higuaín (Modric 46’) y Morata (Benzema 46’)

Millonarios 0: Delgado, Torres, Robayo, Candelo (Blandón 64’), Martínez, Tancredi, Rentería (Wilberto Cosme 55’), Franco, Ochoa, Ramírez y Blanco (Urbano 72’)

Árbitro: Del Cerro Grande.

Goles: 1-0 Kaká (13’), 2-0 Callejón (23’), 3-0 Morata (31’), 4-0 Morata (36’), 5-0 Kaká (37’), 6-0 Kaká (59’), 7-0 Callejón (67’), 8-0 Benzema (78’)

Estadio: Santiago Bernabéu (50.000 espectadores)

Una diferencia que se iba a hacer más grande con el paso de los minutos en la segunda parte. Si Kaká había sido protagonista en el primer tiempo, volvería a coger protagonismo en el segundo. En esta ocasión fue gracias a un lanzamiento de penalti provocado por Coentrao. El brasileño engañó al portero y marcó con sangre fría. Era su primer hat trick como madridista. Ante el Millonarios, sí, pero no se puede negar que el brasileño se dejó llevar en un partido que era ideal para ello.

El habitual carrusel de cambios propio en este tipo de partidos no paró, sin embargo, el ritmo del Madrid. La presión arriba sí que bajó, pero aun así, con los detalles de Modric, el saber estar de Álex Fernández y el olfato de Callejón todavía había más alegrías para la afición. De hecho, el 7-0 fue una obra de arte. Un culto al contragolpe. Tres grandes protagonistas. La carrera en desmarque de Benzema, la habilidad de Álex para amagar que tocaría el balón y dejarlo pasar entre sus piernas y, finalmente, el remate duro de Callejón a la red del Millonarios. Un tanto muy del estilo de este Real Madrid y que tantas veces se vio la temporada pasada. La guinda al partido la puso Karim Benzema, que había estado cerca de marcar en varias ocasiones y que no se fue sin su diana de rigor. La tercera en tres partidos, tras los goles al City y al Rayo. Le llega en buen momento la puntería al delantero galo.

Con el 8-0 el Real Madrid dio por cerrado el partido. A pesar de la rareza de la fecha para la celebración del Trofeo Bernabéu, el equipo dejó un buen sabor de boca, la cantera demostró que tiene narices para jugar bien en el estadio blanco y un nuevo trofeo se quedó en casa. Todo el madridismo feliz y contento.