Cristiano mostró el valor del Madrid

El portugués, que jugó más de 30 minutos lesionado, logró dos goles para un Real Madrid que fue muchísimo mejor en la primera media hora de partido. El resto del partido fue igualado. El árbitro, Delgado Ferreiro, se tragó un penalti claro sobre Özil.





La declaración inicial de intenciones del Real Madrid era tan cristalina como la mejor de las calas de Formentera o Menorca: presionar arriba al Barcelona y aprovechar la velocidad de sus hombres ofensivos para meter el cuchillo en la mantequilla que había transformado Vilanova la defensa culé. El plan era ese, la ejecución ya dependía de los artistas, y los de blanco no decepcionaron a su técnico en cuanto a la interpretación de la misma.

El Madrid salió más que bien. Dominador, controlando a su oponente al que apenas dejaba acercarse a su área. Benzema y, sobre todo Sergio Ramos en un remate de cabeza, pusieron los primeros sobresaltos en los corazones azulgranas. El francés remató cuando debía haber controlado, y el andaluz no tuvo el tino suficiente como para colocar su testarazo en la red. Fueron dos avisos, y al tercero no hubo más.

El que no avisó fue Cristiano Ronaldo. Una buena jugada en combinación de los jugadores de Mourinho acabó con el balón en los pies de Benzema en la frontal del área. Pensar y ejecutar la asistencia fue todo en uno. Cristiano agradeció el gesto de su compañero y, aunque escorado, tuvo la oportunidad de encarar a Valdés. Los dos palos se relamían pensando a cuál de ellos iría colocado el balón. Fue al primero. Valdés no lo esperaba, de ahí su reacción tardía. Cuando se dio cuenta del lugar al que fue el balón éste ya estaba dentro. Primer golpe blanco.


Los de Mourinho habían noqueado al Barcelona. El gol tapó los gritos del estadio, y dejó pensando a los de Vilanova en la forma de meterle mano a un Madrid que estaba siendo superior, especialmente en el aspecto táctico. Y si no lo era todavía más en el marcador fue porque Benzema se encontró con el poste en un remate defectuoso tras un jugadón de los merengues. Di María tampoco aprovechó el rechace de la madera. Ahí se salvaron los culés. Además, para desgracia merengue, un error en el salto de Pepe le permitió a Messi empujar un balón que quedó muerto en el área madridista. Injusto, sí, pero el empate fue lo que ambos se llevaron a su zurrón al intermedio. Botín corto para los blancos.

Eso sí, el arranque de la segunda parte dejó la jugada polémica del partido. Un penalti claro sobre Özil. Mascherano, en su intención de robarle el cuero al madridista impactó con su pierna en la del alemán. Delgado Ferreiro se hizo el sueco y miró para otro lado. Penalti que se fue claramente al limbo.

FC BARCELONA 2: Valdés; Alves (Montoya, min.27); Mascherano, Adriano, Alba; Busquets, Xavi, Cesc (Alexis, min.62); Pedro, Messi e Iniesta.

REAL MADRID 2: Casillas; Arbeloa, Ramos, Pepe, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Di María (Essien, min.87), Özil (Kaká, min.79), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, min.62).

GOLES.  0-1. Min.22, Cristiano Ronaldo.   1-1. Min.31, Messi.  2-1. Min.61, Messi.   2-2. Min.65, Cristiano Ronaldo.

ÁRBITRO: Delgado Ferreiro (Col. Vasco). Amonestó a Pedro (min.39), Busquets (min.54) en el FC Barcelona y a Xabi Alonso (min.43), Özil (min.57), Pepe (min.77), Arbeloa (min.89) en el Real Madrid.

ESTADIO: Camp Nou, 96.589 espectadores.

Después de ese error arbitral, las fuerzas se igualaron. El guión del partido seguía siendo el mismo, el Barcelona controlando el cuero y el Real Madrid agazapado buscando que los guepardos de arriba pudieran cazar a su presa en forma de gol. Sin embargo, el que golpeó fue el Barcelona en un lanzamiento de falta de Messi, que volteaba el marcador e hizo que Mourinho y los suyos se enfrentaran a un partido de 30 minutos con un gol de desventaja. Ahí salió el carácter de los blancos.

Y ese carácter lo representó mejor que nadie Cristiano Ronaldo. El portugués estaba lesionado, tras una caída en la que se apoyó en su hombro, y que le mermó en la recta final del partido. Sin embargo, y aun estando alejado de su máximo nivel, el luso fue el encargado de darle al Madrid el punto final que rescató de Barcelona. Fue tras un robo de Khedira, un gran pase interior de Özil y una definición al primer toque ante la salida de Valdés. Un gol muy del estilo del Madrid y que igualaba los dos partidos que se jugaban en el Camp Nou, el Barcelona-Real Madrid y el Messi-Cristiano. Dos goles por barba en todos los casos.

El resultado no volvió a moverse más, a pesar de que la sensación del ambiente era que la moneda podía caer cara o cruz. Higuaín y Di María tuvieron sus opciones y Montoya también la tuvo para el Barcelona. Ni unos ni otros atinaron. El resultado se quedó tal y como lo dejaron un portugués y un argentino. Paz y justicia.