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Donde antes el Madrid sufría, ahora casi se pasea. Y es que, después de siete temporadas consecutivas perdiendo en los octavos de final de la competición, el conjunto blanco ya acumula dos semifinales de Champions consecutivas. Pero, ¿cómo lo ha conseguido el equipo? Pues muy fácil, haciéndose fuerte lejos del feudo de Chamartín. Hasta el momento, la escuadra de Mourinho ya ha disputado 13 choques a domicilio y el saldo es realmente positivo: 8 victorias, 4 empates y solo una derrota.
No en vano, el único partido perdido fue en abril pasado en el Allianz Arena. El Bayern de Múnich anotó el 2-1 definitivo en el último minuto del choque, dejando a los blancos sin capacidad de reacción. Un mal resultado que, a la postre, le costaría al Madrid la clasificación para la final de la competición. Sin embargo, más allá de ese lunar puntual, el equipo ha salido indemne del resto de difíciles campos que ha visitado: el Camp Nou (1-1 en las semifinales de la temporada 2010/11), Gerland (1-1 y 0-2), White Hart Lane (0-1 en cuartos de final de la campaña 2010/11), Ámsterdam Arena (0-4, 0-3 y 1-4 en los tres últimos años) o San Siro (2-2 hace un par de cursos).
Así, el balance de la primera temporada del portugués en el banquillo fue de 3 victorias y 3 empates fuera de casa; mientras que el de la campaña pasada se quedó en 4 triunfos, 1 empate y otra derrota. Y en la presente, el triunfo de hace tres semanas en Holanda por 1-4 hace que el Real Madrid haya empezado también este curso con la intención de seguir en la misma línea de los precedentes: con plena solidez en sus visitas europeas. Aunque habrá que ver si esto se confirma en los dos próximos duelos del equipo ante verdaderos campos 'hueso' del torneo: el Signal Iduna Park de Dortmund y el Etihad Stadium de Manchester.
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