Un arbitraje casero evita la victoria del Real Madrid en Manchester

Un penalti más que riguroso de Arbeloa sobre Agüero permitió al City empatar el partido (1-1).





El Madrid se vistió de verde en Manchester demostrando que defiende un árbol al que se le puede acusar de muchas cosas, pero nunca de perder las hojas. Ante los millones del City, el equipo de Mourinho fue un equipo con mayúsculas, especialmente en tramos importantes del partido, como el inicio del mismo. El conjunto blanco quiso demostrarle a Europa que está capacitado para salir a uno de los estadios más complicados de la élite y hacerlo como lo hacen los campeones, mandando.

Era tal el dominio del equipo de Mourinho que cualquiera pensaría que el partido se estaba jugando en el Bernabéu y no en las islas. Posesión para el Madrid, sensaciones de peligro, también para el Madrid, y posicionamiento táctico, a favor de los de Mourinho. Conclusión clara: los verdes podrían marcar en cualquier momento. Dicho y hecho. Demostrando ser uno de los jugadores más en forma de Europa, Benzema se coló entre la defensa del City para hacer bueno un envío desde la derecha de Di María. Karim apareció sigilosamente a la espalda del trío de centrales británicos. Cuando éstos se dieron cuenta de que había un león suelto en su área ya era demasiado tarda. Benzema ya estaba celebrando por todo lo alto el 0-1 tras rematar a escasos metro de Hart.

A partir de aquí, si el marcador no fue más amplio para los de Mourinho antes de la llegada del descanso fue porque los jeques del City también compraron a la fortuna. O se aliaron con la mala para gafar al Madrid. Especialmente con Khedira. Y es que el alemán tuvo hasta tres grandes ocasiones de peligro para haber logrado marcar el segundo. La primera con el interior del pie y la segunda de cabeza. Ambas se marcharon fuera. La tercera, por su parte, tuvo una gran preparación del teutón y un error al intentar meter el pie debajo del balón para levantarlo sobre la salida del portero. No encontró cuero sino hierba. Ahí se fue al limbo un gol casi cantado.


Manchester City 1: Hart, Maicon, Zabaleta, Kompany, Nastasic, Kolarov (Javi García, min.46), Yaya Toure, Silva, Nasri (Tévez, min.60), Dzeko y Agüero (Milner, min.88).

Real Madrid 1: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Khedira; Di María (Albiol, min.90), Modric (Callejón, min.68), Cristiano Ronaldo; Benzema (Varane, min.75).

Goles: 0 - 1, min.10, Benzema. 1 - 1, min.74, Agüero, de penalti.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Amonestó con tarjeta amarilla a Yaya Touré (min.29), Maicon (min.40), Nasri (min.53) y Zabaleta (min.58) en el City. Por su parte, Xabi Alonso (min.48) y Sergio Ramos (min.61) fueron los amonestados en el Real Madrid. Expulsó a Arbeloa (min.32 y 73) por doble amonestación.

Estadio: Etihad Stadium.

Además de Khedira, Cristiano Ronaldo, que dejó un par de regates casi consecutivos sobre Kompany que le quitaron las ganas de silbarle al estadio del City, también tuvo una grandísima ocasión en una jugada muy parecida a la que sí anotó en Dortmund. Esta vez, su toque por encima del portero estuvo escaso de la fuerza necesaria para encontrarse con la red. Una carrera a la desesperada de Kolarov salvó la celebración de CR7 en el estadio de su antiguo enemigo. A todo esto, el City apenas llegaba. Sólo Silva atisbaba juego y peligro en sus pies, el resto eran ideas que morían en la zaga blanca, que había ejecutado el modo pared.

La segunda parte, sin embargo, no iba a ser tan brillante por parte de los blancos. En primer lugar porque el árbitro, el italiano Rocchi parecía empeñado en desquiciar a Mourinho y a los suyos con sus decisiones. Zabaleta y Kompany pudieron haberse ido a la calle por sus constantes faltas, pero el que tuvo que visitar el vestuario antes de tiempo fue Arbeloa. El lateral del Madrid tuvo un toque con Agüero en el área del Madrid. Parece que con menos fuerza de la debida como para señalar un penalti. Pues para Rocchi sí.  Además, segunda tarjeta para el internacional español. Jugada mortal. Penalti y expulsión. Agüero se encargó de transformar la pena máxima. De tener el partido encarrilado y a punto de caramelo para remacharlo, a tener que pelear por un punto que, eso sí, daba la clasificación.

A los blancos les tocó apretar atrás para salvaguardar ese tesoro en forma de punto que, tras lo visto en la primera parte hubiera sabido a poco, pero que tras conocer la goleada del Dortmund en Ámsterdam le supuso al Real Madrid concretar su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones. Será como segundo clasificado, eso sí, un lugar que el Real Madrid no esperaba cuando arrancó esta competición pero que, tras lo visto, puede darse por bueno.