Había cierta preocupación por saber cómo respondería el público ante un partido con la eliminatoria prácticamente sentenciada después del 1-4 de la ida. Además, el horario del mismo, las 21.30, en plena llegada del frío a la capital de España, tampoco ayudaba a que el ambiente fuera excelso. Finalmente, a pesar de que no hubo lleno, el Bernabéu presentó un aspecto más que bueno, teniendo en cuenta todos los condicionantes que había.
La afición que se trasladó hasta la Castellana disfrutó con los goles de su equipo, la clasificación y el bautizo copero del curso 2011-12 en el Bernabéu. No será el último. Por lo pronto, Celta o Almería tendrán que pasar por él en la próxima eliminatoria de octavos de final.
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