Di María y Callejón endulzaron el pase

El Real Madrid solventó el choque de vuelta de la Copa ante el Alcoyano con dos goles de Callejón y uno de Di María (3-0).





Nadie abrirá tanto su corazón como para asegurar que partidos como el que disputó el Real Madrid ante el Alcoyano, con un 1-4 en el partido de ida, son más un bulto sospechoso que un partido de competición oficial. Seguramente, los que menos participarán de la idea son los canteranos, que ven en esta competición un escaparate cual Pasarela Cibeles para mostrarse al madridismo más allegado al Bernabéu que al Di Stéfano.

Por esa parte, seguro que el madridismo se ha llevado una grata impresión de José Rodríguez. Un chaval alicantino, de apenas 17 años, internacional en las categorías inferiores de la selección, pero que no tiene la etiqueta de titular en el Castilla. Su temple, técnica y táctica hacían recordar a un jugador más próximo a la treintena que a la veintena. Mourinho no le quita ojo, y parece que de forma acertada. Ahí tiene pinta de haber mediocentro para años si todos los pasos siguen su curso.

Si la cantera, con José Rodríguez como bandera, tuvo su cuota de pantalla, el riesgo de este tipo de partidos siempre está en las lesiones, especialmente si el partido se juega a temperaturas próximas a los cero grados y la suerte no te acompaña. Eso fue lo que le sucedió a Albiol, al que un enganchón con la pierna de un contrario sin haberse cumplido un minuto de encuentro le mandó a la ducha. Fue la nota negativa de la noche, de las pocas cosas feas que un trámite de este tipo cualquiera aspira a que no le sucedan.


Lo cierto es que el Alcoyano fue capaz de aguantarle al Real Madrid la primera parte sin recibir ningún castigo en forma de gol. Los blancos lo intentaron de varias maneras, con Modric lanzando desde fuera del área, con Callejón tomando el relevo de Cristiano Ronaldo en el lanzamiento de una falta o con Denis probando su pierna derecha desde dentro del área. Todas ellas, con mayor o menor espectacularidad, acabaron muriendo en las manos y cuerpo del portero del Alcoyano que, casualmente, hacía su debut en el estadio merengue. Desde luego, en la primera parte tendrá varias estampas para el recuerdo.

Ficha Técnica

Real Madrid 3: Adán, Varane, Carvalho, Albiol (Coentrao 7’), Nacho, José Rodríguez, Modric, Callejón, Özil,  Cheryshev (Di María 60’) y Morata (Benzema 66’)

Alcoyano 0: Murcia, Arkaitz, Javi Selva, O.López, Devesa, David Torres (E.Silva 77’), Omar, Pereira, Lara, Dani (Piera 40’) y Tortosa (De Dios 63’)

Goles: 1-0 Di María (70’), 2-0 Callejón (89’), 3-0 Callejón (90’)

Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Arkaitz, Selva, Carvalho, José Rodríguez, Özil, Di María. Expulsó a Selva por doble amarilla (70’)

Estadio: Santiago Bernabéu (55.000 espectadores)

El segundo tiempo mantenía el guión del primer acto. Un Madrid correcto, sin más, movía la pelota e intentaba darle velocidad arriba al cuero para sorprender al Alcoyano. Sin embargo, fueron los cambios, con la entrada de Di María y Benzema los que le dieron una marcha más al Real Madrid, la necesaria para poder marcar los goles que acabaron superando la resistencia del Alcoyano.

70 minutos fue el tiempo que necesitó el Real Madrid para abrir la lata. Y lo hizo gracias a la participación de dos de los suplentes de lujo con los que contó Mourinho en este partido, Benzema y Di María. El francés asistió y Di María supo definir con la pierna izquierda al palo largo del portero. El público pudo despejarse del frío por unos instantes para cantar el tanto que abría la lata.

Prácticamente todo el madridismo, y seguramente también la afición del Alcoyano, daba ya por bueno el 1-0. Todos menos uno, Callejón. El ‘21’ no había tenido un buen partido, algo errático en los controles y en alguna definición, pero se encontró con dos grandes pases, el primero de Özil, y el segundo de Di María, para en apenas dos minutos anotar otros tantos goles. El primero de remate al primer toque con la diestra, y el segundo de la misma forma pero por debajo de las piernas del portero visitante. Fueron dos guindas a un pastel bañado en trámite que sólo tuvo su dosis de azúcar en la recta final del partido. Con ello, el Real Madrid se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey.