El Celta volvió a demostrar que a pesar de ser un recién ascendido es un equipo de muy buen nivel, con las ideas muy claras. Los hombres de Paco Herrera lograron mantener la dinámica de esta temporada como local, una racha que ya alcanza los nueve partidos consecutivos encajando un gol o ninguno en casa. Un Real Madrid maniatado ofensivamente hablando no logró terminar con esta buena racha del Celta, y la eliminatoria quedó abierta para el encuentro de vuelta.
2-1 fue el resultado final del encuentro de ida de octavos de final de Copa, un partido que deja todo en el aire y que refleja una vez más que el Celta es un rival más que digno.
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