El de Motril y el portugués firmaron decenas de camisetas, balones, pósters, gorras, banderas y demás material del Real Madrid. Como recompensa a tanta paciencia y cariño, fueron agasajados con una bufanda del club para cada uno.
La afición estaba entusiasmada a las puertas del hotel: "Mañana ganaremos, ¡Somos los mejores!, gritaba un aficionado. El pequeño Carlos lo tenía muy claro, el Real Madrid nunca se rinde: "Vamos a luchar por la liga hasta el final, ¡Hala Madrid!".
El madridismo sigue estando muy presente por todos los rincones de España. Algunos se empeñan en intentar vendernos que nuestro equipo es odiado y que cada día tiene más detractores. No hay más que ver cómo nos reciben...
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