Según relata esta misma información, los Spurs piden 55 millones de euros por el extremo galés, un montante absolutamente fuera de mercado y al que el Real Madrid no está dispuesto a llegar.
No obstante, Tottenham y Real Madrid firmaron un acuerdo de colaboración tras el fichaje de Luka Modric el verano pasado, y en la casa blanca se confía en que la situación pueda ser desbloqueada.
Daniel Levy es un duro negociador y exprimirá al máximo a su estrella, pero acabará cediendo y permitirá a su estrella salir en dirección Madrid. El propio Bale ya ha insinuado en más de una ocasión que quiere firmar por el club merengue.
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