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Todas las partes desean llegar a un acuerdo, la cuestión es que todas ellas también cedan en el aspecto económico. Y es que el Milan solo está dispuesto a pagar cinco millones de euros anuales por el salario del jugador, mientras que Kaká pide un mínimo de 7,5 millones. El esfuerzo es evidente, pero está por ver si será suficiente. Hoy por hoy este detalle es el que está marcando los límites de la negociación, por lo que el emisario milanista y agente FIFA Ernesto Bronzetti ya está en España a la espera de la reunión del martes.
Antes está previsto que el padre de Kaká y su representante Gaetano Paolillo se vean las caras este lunes en Milan con el consejero delegado del club transalpino, Adriano Galliani. Con lo que decidan en este encuentro viajarán los dos primeros a Madrid para llevarle la propuesta a Florentino Pérez. Así, en caso de darse todos un sí, la cesión podría cerrarse antes del miércoles vía e-mail. Es el deseo de todos, especialmente de Kaká, quien ya habría dicho a sus allegados que espera "novedades".
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