A 'semis' con un duro peaje

El Real Madrid empató en Mestalla y se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey. Benzema, autor del gol madridista. Casillas, lesionado, y Di María y Coentrao, expulsados, malas noticias del partido.





El maratón de partidos entre Valencia y Real Madrid, tres en una semana, va a propiciar que jugadores de uno y otro equipo se feliciten las próximas Navidades con una postal. Eso sí, el mutuo conocimiento se dejó notar desde el minuto cero, o incluso sería más acertado decir que el Valencia llegó asustado al partido tras el segundo envite entre ambos. Si después del partido de ida de la Copa todo eran quejas al árbitro, con lo que ello podría repercutir para el choque de vuelta, lo cierto es que el 0-5 de la Liga dejó el ambiente tranquilo. En Valencia asumieron que sólo un milagro podía salvarles de no caer eliminados. Es lo que tienen estos maratones, que si se dan bien vas en yate y si van mal, al último llegas en colchoneta semi pinchada. Simil literal para Real Madrid y Valencia.

Valverde había planteado un partido de desgaste. Intercambiar guantes es sinónimo de recibir cuatro golpes e irte a la lona pensando en qué lugar metiste tu cuerpo. Por eso, el Valencia salió más atrás que en el partido de Liga. Tampoco aculado, pero sí menos descaro. Y eso que los locales estaban necesitados de remontar. Parecía claro que la primera premisa era no encajar gol, y que la red contraria ya se buscaría de la forma que se pudiera, fundamentalmente a balón parado, el método que por sistema se le suele atragantar al Real Madrid.

Además, para desgracia de los madridistas, una patada involuntaria de Arbeloa sobre la mano de Casillas tras una salida en falso de éste, obligó a Mourinho a cambiar a su portero. Tras cinco minutos siendo observado por los médicos, Iker dijo ‘no’. Para un portero sus manos son como para un panadero su harina o como para un médico su bata, herramienta vital. Adán volvía a tomar la alternativa, esta vez sin debates ni decisiones técnicas de por medio.


Lo cierto es que Mestalla esperaba que algún arreón de su equipo pudiera acular en tablas al Real Madrid, que vivió más que tranquilo la primera parte. Los de Mourinho sabían que un gol era un botín casi definitivo. También lo tenía claro el Valencia y su gente de Mestalla. Por eso, cuando Xabi Alonso se decidió a dejar delante de Guaita a Benzema todo el mundo sabía que ahí estaba la vida de la eliminatoria. Si entraba se acababa. Si no lo hacía, el murciélago valenciano seguía con alas. Pasó lo primero. Y es que Karim parece haberle cogido el gusto a la Copa esta temporada. Recibir el pase de Xabi Alonso, previo toque de un defensor del Valencia, acomodarse el cuero y cruzar la bola al palo contrario del que esperaba el portero local fue pura mecánica de delantero. De definidor. El galo no falló, y Mestalla se resignaba a su suerte. El Madrid había casi sentenciado su pase a semifinales de Copa.

VALENCIA 1: Guaita; Joao, Rami, Ricardo Costa, Cissokho; Víctor Ruiz (Piatti, min.58),Tino Costa, Guardado (Banega, min.46), Viera; Jonas (Canales, min.70) y Valdez.

REAL MADRID 1: Casillas (Adán, min.17); Arbeloa, Varane, Albiol, Coentrao; Xabi Alonso, Khedira, Özil (Nacho, min.53), Di María; Cristiano Ronaldo y Benzema (Modric, min.74).

GOLES:  0-1, min.43, Benzema.  1-1, min.51,Tino Costa.

ÁRBITRO: Pérez Lasa (C. Vasco). Amonestó a Víctor Ruiz (min.39), Joao (min.42),Tino Costa (min.48), Ricardo Costa (min.79), Banega (min.90), por parte del Valencia, y a Coentrao (min.45 y min.50), Cristiano Ronaldo (min.64), Nacho (min.68), por parte del Real Madrid. Expulsó por doble amonestación a Coentrao (min.50), aDi María (min.87) y Modric (min.90), con roja directa, por parte del Real Madrid.

ESTADIO: Mestalla (40.000 espectadores)

La segunda parte tampoco trajo grandes sobresaltos para el conjunto blanco. Y eso a pesar de que Coentrao, con una amarilla, sacó las manos para despejar un centro lateral del ataque local. En Liga hizo lo mismo, pero no le pillaron. Esta vez sí. Segunda tarjeta y a la caseta. Fue una expulsión tonta y más que evitable, sobre todo teniendo en cuenta lo que viene. La penalización para el equipo de Mourinho, además, le llegó en forma de gol en contra, ya que el saque de la mano de Coentrao la convirtió Tino Costa en un remate fuerte, aunque centrado, que Adán no supo atajar. El portero blanco, mitad tapado mitad mal posicionado, se echó al suelo para intentar retener un balón que parecía no llevar tanto peligro. Fue el único momento en el que Mestalla pensó en la remontada.

Sin embargo, el conjunto madridista supo defenderse sin pasar grandes agobios. Adán apenas tuvo que volver a intervenir, y Albiol y Varane se convirtieron en dos colosos en el eje de la defensa despejando todos los balones que merodeaban la zona.

Además, el Madrid amenazó con algún contragolpe que no finalizó en nada por exceso de conducción o por falta de eficacia. Con el partido en su recta final, Di María probó en exceso la permisividad de Pérez Lasa, que también tenía que dejar su tarjeta de visita en el partido. El argentino fue expulsado con roja directa, en su intento de quitarse de encima al jugador del Valencia. No pareció ser para tanto, pero el árbitro lo interpretó como demasiado peligroso. O a saber. Lo único cierto es que tanto la expulsión del fideo como la Coentrao, más lesión de Casillas, fueron un peaje más que elevado en el pase del Real Madrid a las semifinales de la Copa del Rey.