Un empate que sabe a poco

El equipo de Mourinho no pudo pasar de la igualada (1-1) ante el Manchester en la ida de los octavos de final de la Champions. Welbeck adelantó a los ingleses y Cristiano empató. El 5 de marzo decidirá Old Trafford.





Ni Mourinho ni Ferguson habían querido dar pistas claves de cara al partido. Eso sí, si había una cosa que parecía unir los pensamientos de ambos técnicos ese era que si alguien quería perder dinero apostara por un 0-0 en el Bernabéu. Efectivamente, ninguno se equivocaba. Es más, había una probabilidad muy alta de que ambos equipos marcaran, como también la hay de que los dos marquen en la vuelta. Cuestión de jugadores, más que nada.

El Madrid comenzó cauto el encuentro. Sin volverse loco con presiones arriba ni desgastándose de forma amplia para recuperar el cuero. Por eso, en los instantes iniciales no era extraño ver al United que ciertas dosis de posesión. Eso sí, en su zona defensiva. Nada de las proximidades de Diego López. Eso lo había prohibido Mourinho.

A pesar de todo, la primera gran ocasión del encuentro no acabó en gol por cuestión de centímetros. Una distancia tan mínima para unas cosas y tan grande para otras. En este caso, lo suficientemente amplia como para que Coentrao se topara con el poste en lugar de con la red. El portugués remató con su pierna derecha, De Gea se estiró sin éxito, pero le salvó la madera. Era el primer aviso blanco.


El problema para los de Mourinho fue que el United no tuvo la cortesía de avisar. Directamente marcó. Y fue en una de las especialidades que han dotado de grandeza al fútbol inglés, algo tan sencillo como un saque de esquina. El mismo lo pateó Rooney y lo cabeceó Welbeck a la red de Diego López. Mourinho le protestó al cuarto árbitro la concesión del saque de esquina. Sea como fuere, al Madrid le tocaba remar.

Por suerte para los blancos, la agonía de verse por detrás en el marcador sólo duró 10 minutos. Sin una gran celebración ni un entusiasmo máximo, Cristiano Ronaldo le iba a agradecer al United su presencia en el Bernabéu con un genial testarazo a centro de Di María. Un gol muy parecido al que le dio a los blancos la Copa del Rey ante el Barcelona, con la diferencia del lugar por el que entró el balón. Del mal, el gol del United, el menos, el empate tempranero de Cristiano.

Ficha Técnica:

Real Madrid 1: Diego López, Arbeloa, Ramos, Varane, Coentrao, Xabi (Pepe 83’), Khedira, Di María (Modric 74’), Özil, Cristiano y Benzema (Higuaín 59’).

Manchester United 1: De Gea, Rafael, Evra, Jones, Ferdinand, Evans, Carrick, Kagawa (Giggs 63’), Rooney (Anderson 84’), Welbeck (Valencia 72’), Van Persie

Goles: 0-1 Welbeck (19’), 1-1 Cristiano (29’)

Árbitro: Félix Brych. Amonestó a Van Persie, Rafael, Valencia

Estadio: Santiago Bernabéu (80.000 espectadores)

El ser un partido de ida le restó emoción, que no tensión, a los segundos 45 minutos. El Madrid, sabedor de la situación, nunca terminó de desengancharse la cadena que le permitiera desatarse buscando el gol heroico. No había necesidad de ello, o tal vez sí, nunca se sabe. El caso es que las ocasiones del segundo tiempo para los de Mourinho fueron menos peligrosas de lo que la grada hubiera esperado. De hecho, además de algún remate lejano de Cristiano Ronaldo, el mayor peligro lo generó una llegada al segundo palo de Coentrao, que remató in extremis, y que encontró la misma respuesta de De Gea, salvando con el pie un gol que casi se cantaba en el estadio.

Hubo momentos en los que parecía que ambos equipos daban por bueno el empate. De hecho, el repliegue del United fue tan descarado buscando la contra, que sólo lo hacía decoroso tener en el campo a hombres como Van Persie o Rooney. De Gea estuvo permanentemente protegido por una defensa numantina que el Madrid no consiguió derribar. Siempre le faltó algo, a veces mayor velocidad de balón, otras más eficacia en el disparo y en algunas simplemente hambre.

Eso sí, el United también tuvo la opción de llevarse un gol más en su casillero si Diego López no lo hubiera impedido. El portero le sacó dos pelotas de gol muy claras a Van Persie, la primera llegó a impactar en el cancerbero blanco primero y en el larguero después. El Madrid se la jugará en Old Trafford, al igual que en la Copa en el Camp Nou, con el mismo resultado en la ida. Dos cara o cruz en toda regla.