Ronaldo reaparece en Portugal





Tras haber pasado 10 días en Estados Unidos, Cristiano Ronaldo ha vuelto a Portugal, donde continuará con su rehabilitación de la operación a la que fue sometido en el tobillo derecho, con visitas diarias a en una clínica de Lisboa.

Pero el portugués se dejó ver en la pequeña localidad de Pombal, donde acudió a una importante clínica dental llamada "Visualdente" para tratar un problema de ortodoncia que arrastra con especialistas de su confianza.



Acompañado de su representante Jorge Mendes, y en su BMW X5, atabiado con unos lentes oscuros, un pantalón corto y una camiseta informal, llegó a Pombal a las 16:30 de la tarde, pasando casi inadvertido para las pocas personas que a esa hora caminaban por la calle de la ciudad. Todavía con las muletas se dirigió a la clínica dental donde estuvo más de una hora consultando un problema de superposición en la mordida con los especialistas.

El luso ya había consultado a otros especialistas sobre el tema en EE. UU. ya que se trata de un problema que de no resolverse bien podría tener otras secuaelas físicas.

Monteiro Hélder fue el médico que le atendió, que tras el paso de Cristiano por su consulta explicó que "vino a pedir consejo sobre la postura y superposición en la mordida, en una consulta que se alargó durante casi dos horas. Éste especialista ya ha visto a otros jugadores portugueses, del Oporto entre otros equipos lusos.

Además, en la consulta, Cristiano se encontró con un joven de 17 años jugador de fútbol sala de un club de Pombal, que departió durante unos minuttos con el crack del Manchester. "Fue uno de los momentos más felices de mi vida. Hablamos hasta que sonó su teléfono y me deseó buena suerte en el fútbol sala ", dijo el joven, aún recuperándose de la emoción de haber hablado con el futbolista.

Una muchedumbre a su salida

La presencia de Cristiano Ronaldo en la clínica "Visualdente" despertó la expectación de más de cincuenta personas que se agolparon a las puestar de la clínica mientras el luso pasaba consulta, y le esperaron en la calle a pesar de las altas temperaturas. Su representante rehusó hacer ningún tipo de declaración a la salida, y la policía tuvo que intervenir para escoltar al jugador hasta su vehículo privado.