Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 3 de febrero, pocas horas después de que el equipo cayera por 1-0 en el Nuevo Los Cármenes de Granada. Al parecer el futbolista conducía un coche marca Audi a la altura de Pozuelo de Alarcón y fue fotografiado por exceder con mucho los límites de velocidad estipulados. Además, según fuentes de la Policía, junto al automóvil del galo circulaba un Porsche alquilado a nombre del club, el cual incluso habría sido captado a cerca de 260 Km/h. En el mismo también podría ir otro futbolista, aunque en este caso el Real Madrid habría asumido la sanción de forma directa.
Según esta información, el Real Madrid admite que Benzema era el conductor del Audi, aunque afirma desconocer la implicación de un Porsche. El galo había sido citado para declarar ante el juez este mismo martes acusado de un delito contra la seguridad vial, pero los abogados del club lograron retrasar esta comparecencia por la disputa del encuentro de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey.
Por lo tanto, Benzema declará dentro de unas semanas. El jugador se enfrenta a una posible pena de presión de tres a seis meses de duración o a una multa económica de 6 a 12 meses en base a una cantidad que podría oscilar entre los 5 y 400 euros al día. También podría ser obligado a realizar trabajos comunitarios durante un periodo que iría entre los 31 y los 90 días. Sin olvidar que tampoco podrá volver a conducir en bastante tiempo, siendo cuatro años el periodo máximo. Aunque si se declarara culpable podría ponerse de nuevo al volante en unos 8 meses.
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