Cristiano endulzó la resaca triunfal

El Real Madrid se llevó la victoria de Balaídos gracias a dos goles del delantero portugués (1-2). El Madrid fue mejor que su rival, aunque el alocado final de partido casi le cuesta algún punto.





Después de más de 10 de tensión, seguramente de cafés y tilas, y mucha alegría, la visita a Vigo podía suponer para el Madrid una doble sensación. La primera, la de dejarse llevar. La segunda, tratar de mantener esa línea triunfadora que el equipo blanco había cogido contra viento y marea en plena etapa de altas cumbres.

El inicio del partido de los blancos fue flojo. Como si alguno aun estuviera recordando la alegría de Manchester, lo cierto es que el Madrid estuvo 15 minutos fuera del partido. Fue el tiempo en el que el Celta se topó probablemente con el único madridista que había aterrizado en el partido como demandaba el guión, Diego López. El portero gallego sólo necesitó 16 segundos de choque para hacer la primera parada. Un balón largo no acertado a ser despejado por Albiol y que sí encontró la pierna de Aspas. Ahí estaba el portero madridista para evitar el primero. No sería su única intervención de la noche con mérito, pues apenas 10 minutos después un tiro de Álex López desde fuera del área en una acción de estrategia volvió a encontrar la mano salvadora del portero del Madrid cuando más de medio estadio de Balaídos ya tenía el gol en la garganta.

Como si un despertador se hubiera depositado sobre el césped de Vigo, el Madrid despertó al unísono a los 15-20 minutos de partido. Modric empezaba a dejarse verse más, también Benzema y Cristiano. De hecho, si Diego López había sido protagonista en los primeros minutos, el testigo de los focos lo recogió el otro portero, Javi Varas, que le sacó tres remates de gol a Benzema, Marcelo y Callejón, por este orden, y en diferentes jugadas. Un síntoma de que el Madrid había despertado. Es más, si los de Mourinho no se fueron al intermedio por delante, además de por culpa de Javi Varas, también fue porque el larguero lo impidió en un remate de cabeza de Cristiano Ronaldo. La sensación al descanso era que el Madrid había ido claramente de menos más, justo lo contrario que los locales.


El segundo tiempo iba a comenzar con una tónica parecida a la de la segunda parte del primer tiempo. Esto es, dominio de la pelota del Real Madrid, el Celta con una línea defensiva bastante adelantada, y el tufillo a que el 0-1 llegaría más pronto que tarde. Karim Benzema fue el que estrenó la veda de ocasiones en el segundo acto, con un lanzamiento cruzado que volvió a encontrar la figura salvadora de Javi Varas.

Ficha técnica

CELTA 1: Javi Varas; Jonny Castro, Túñez, Demidov, Roberto Lago; Borja Oubiña, Álex López (Pranjic, min.55), Krohn-Dehli (Park, min.81); Augusto, De Lucas (Mario Bermejo, min.60) e Iago Aspas.

REAL MADRID 2: Diego López; Pepe, Marcelo, Albiol, Essien; Khedira (Xabi Alonso, min.45), Özil, Modric; Cristiano Ronaldo, Benzema (Higuaín, min.65) y Callejón (Kaká, min.65).

GOLES: 0-1, min.61, Cristiano. 1-1, min.63, Iago Aspas. 1-2, min.71, Critiano.

ÁRBITRO: Estrada Fernández (C. Catalán). Amonestó a De Lucas (min.30) y Javi Varas (min.71) por parte del Celta. Y a Albiol (min.41) por parte del Real Madrid.

ESTADIO: Balaídos (28.000 espectadores)

Con Balaídos mordiéndose las uñas, y empujando a cerrar su portería, el Madrid consiguió el abridor necesario para encontrarse con la red. No fue en la jugada más estética del partido, desde luego, pero Cristiano Ronaldo tuvo el olfato necesario como para estar en el lugar adecuado en el momento justo. Un remate desde fuera del área de Callejón tras un rechace de Varas dejó el balón relativamente muerto en el área local. Ahí estaba Cristiano. Darse cuenta de su posición y disparar fue cuestión de décimas de segundo. Gol. Le había costado, pero el Madrid ya mandaba.

Un liderazgo de marcador que no le duraría precisamente mucho a los de Mourinho. Un simple saque de banda del Celta, al que Marcelo dio la espalda, acabó con una pelota centrada al área y controlada por Aspas. La defensa del Madrid pecó de falta de tensión y colocación. Cuando Pepe se dio cuenta, el delantero del Celta ya había disparado. Por si esto fuera poco, el tiro rozó precisamente en Pepe y no para alejarse de la portería, sino todo lo contrario, para besar la red. Ni dos minutos le duró la ventaja en el marcador a los blancos.

Los minutos finales se convirtieron en una ruleta rusa de final incierto. El Madrid tuvo varias contras para machacar el partido, fallando Higuaín dos goles casi cantados. También tuvo su dosis de peligro el Celta, destacando especialmente un remate de Park que se encontró con el larguero de la portería del Real Madrid. Sin embargo, el único que lograría romper la X de la ecuación sería Cristiano Ronaldo. El portugués transformó un claro penalti de Varas sobre Kaká para darle la victoria a un Madrid que, aunque de resaca, se llevó los puntos de Vigo y dio bastante mejor imagen que en salidas como las de Granada, Sevilla o Coruña. Es lo que tiene la inercia victoriosa que vive el equipo blanco.