Quien esté libre de pecado...

"Las responsabilidades por lo sucedido el pasado sábado deben repartirse equitativamente.





El Real Madrid perdió el Clásico por muchas razones. Una de ellas fue el planteamiento de Rafa Benítez, por supuesto. El entrenador se equivocó saliendo a pecho descubierto ante el Barcelona, cometiendo el mismo error que Mourinho en el famoso Clásico del 5-0. Prescindir de Casemiro, uno de los jugadores que mejor estaban rindiendo en los últimos encuentros, fue un error. ¿Decisión política como dicen algunos? Puede que sí o puede que no. La cuestión es que fue una decisión equivocada, fuese por lo que fuese. Ahora bien, ¿qué habría pasado si hubiese jugado Casemiro y se hubiera quedado en el banquillo James o Bale? Amarrategui, defensivo, cagón... habrían sido algunos calificativos.

Por otro lado, hay que plantearse también cuál es la responsabilidad que tienen los futbolistas en la derrota. Si se juega andando es imposible ganar los partidos, y especialmente ganar al Barcelona. Si hay una cosa peor que regalarle el balón a los culés es jugar sin intensidad, no presionar y concederles espacios. El Real Madrid hizo todo eso. Fue un equipo roto que no controló en ningún momento el balón, que apenas presionó, que dejó demasiados espacios entre líneas... Y todo eso lo aprovechó el Barcelona para dar cuatro zarpazos. El Real Madrid también pudo marcar, es verdad, pero sus ocasiones fueron demasiado aisladas y en la mayoría de ellas con poca 'mala leche' para hacer gol.

"¿Qué queréis que haga yo?", les dijo Florentino Pérez a los aficionados que empezaron a volverse para recriminarle a él la actuación del equipo. Se me ocurren algunas cosas que el presidente podría hacer para cambiar esto, la verdad. Empezando por plantearse la salida de determinados pesos pesados que sólo juegan cuando les apetece, que se han creído que el Real Madrid es su particular cortijo. Florentino debe evitar el error que le llevó a la dimisión en su primera etapa como presidente del club blanco: malcriar a los futbolistas. Debe dejar claro que quien manda es Benítez, y que al que no le guste sabe dónde encontrar la puerta de salida. No más proyectos deportivos tirados a la basura por culpa de una banda de futbolistas endiosados y caprichosos.