El fatídico accidente que frustró el sueño de Julio Iglesias

Te contamos la trágica historia de cómo se rompió el sueño de Julio Iglesias de ser portero del Real Madrid.


Julio Iglesias, reportaje, numero 1

Reportaje Julio Iglesias




Canterano del Real Madrid durante cuatro años y medio y ya habiendo debutado con el primer equipo del club blanco, Julio Iglesias vivió una pesadilla siendo sólo un juvenil. Un accidente de tráfico sufrido en Majadahonda le dejó postrado en una cama durante meses. En principio, los médicos llegaron a dudar de que pudiera volver a andar, pero tras un año y medio de rehabilitación su esfuerzo y paciencia lograron su fruto: "Me da un miedo tremendo la muerte porque la he visto muy de cerca", llegó a comentar en una entrevista unos años más tarde.

Una fiesta que terminó en tragedia

Julio estaba celebrando su vigésimo cumpleaños con un grupo de amigos cuando el coche en el que circulaba se estrelló contra unos arbustos en la zona norte de la capital. El por entonces futbolista merengue perdió la conciencia, y cuando la recuperó en el Hospital Eloy Gonzalo las noticias no pudieron ser peores: el parte médico inicial decía que no volvería a caminar. De hecho sus lesiones en la espalda le dejaron secuelas de por vida, a pesar de que no se rindió y a base de esfuerzo logró obrar el milagro. Lo hizo con la ayuda de Eladio Magdaleno, enfermero que a la postre sería vital en su carrera musical.


Su pasión por la música le sacó del pozo


Fueron muchas horas de sacrificios, pero también muchas horas de aburrimiento que sobrellevó gracias a un regalo de Eladio: una guitarra. La intención del enfermero fue que Julio ejercitara sus dedos y empezara poco a poco a recuperar la movilidad, algo que fue logrando poco a poco. En la cama del hospital compuso La vida sigue igual, uno de sus temas más legendarios, inspirado en su vida en el centro médico y en cómo los enfermos iban y venían. Fue así como se forjó su pasión por la música, que terminó llevándole a ser uno de los cantantes más importantes de la historia. Una pasión que le sacó del pozo más profundo, de la experiencia más traumática de su vida.

Un trauma para toda la vida

Su padre, Julio Iglesias Puga, fue fundamental para que no se dejara ir, para que luchara por no quedar postrado de por vida en una silla de ruedas: "No te he traído a la vida para que te quedes en una silla de ruedas", le espetaba continuamente, según recuerda el cantante: "Fue una experiencia que nunca olvidaré. Me costó mucho superarlo, aunque finalmente lo conseguí. A pesar de eso, todavía tengo aquellas secuencias tan claras como si hubieran ocurrido hace horas. Aunque ya no me quita el sueño porque el trabajo, mi profesión, mis hijos, los amigos y subir cada día un poquito más llena mi vida", contó en 1987 para la obra Historia viva del Real Madrid, publicada en el diario ABC y que contenía un reportaje de cuatro páginas con su historia.


Recuerdos del Real Madrid

"En estos momentos me resulta difícil mirar al pasado y recordar toda aquella etapa de mi vida. Para mí fue estupenda. Era joven, tenía toda la vida por delante y unas enormes ganas de vivir, que aún conservo, pero en otra medida. El mejor de mis recuerdos son mis amigos: Pirri, De Felipe, Amancio... Yo estaba en los juveniles, pero los grandes del primer equipo siempre se ocupaban de nosotros, nos echaban una manita y nos animaban a seguir luchando. El Real Madrid es como un segundo hogar para mí", recordaba Julio entonces. 

Por edad, en el caso de haber alcanzado el primer equipo del Real Madrid, podría haberse convertido en campeón de Europa en el año 1966 con el equipo de los ye-yés. Pero él prefiere no pensarlo: "Alguna vez he soñado con que era yo el portero del Real Madrid, pero viendo las hazañas de Miguel Ángel o García Remón, o del resto de los guardametas de la Liga, creo que nunca hubiese llegado a ser tan bueno". Al contrario, en la música se ha terminado convirtiendo en un mito, ostentando el récord Guiness como el cantante latino que más discos ha vendido en todo el mundo. Nunca sabremos qué habría sido de su vida si no hubiera sufrido aquel accidente, quién sabe si habría podido cumplir sus dos sueños: ser el portero del Real Madrid y dedicarse también a la música.