El bullying al futbolista brasileño traspasaba fronteras y tras un Real Madrid-Osasuna, anotando un golazo desde fuera del área, el de Río de Janeiro rompía a llorar en el Santiago Bernabéu. Ese tiempo es papel mojado...
Ahora el que ríe y baila es él. En la temporada pasada vivió un salto al estrellato. Dio un paso adelante, a todos los niveles, y junto a Karim Benzema consiguió ser la pareja del año, galáctica, a falta de Mbappé.
Este verano fracasó la negociación por el crack del PSG y a Vini Jr. le toca consagrarse en esa máxima élite del fútbol mundial. Ha empezado la temporada a mejor nivel de como terminó.
Ha dado otro pasito más y ahora ha dejado de codearse con los Joao Félix, Ansu Fati o Jadon Sancho para pasar a otro panorama y mirar, de tú a tú, a Kylian Mbappé y Erling braut Haaland, las dos máximas estrellas del futuro más cercano en el mundo del fútbol.
Vinicius también ha cogido los galones que en su día dejó Cristiano Ronaldo en el Santiago Bernabéu. Antes de afrontar el debut en la Champions League frente al Celtic, en el que (por cierto) marcó un golazo, le tocó hablar con la prensa y empezar a mostrar esa jerarquía que tenía el de Madeira frente a la prensa. Ahí mostró carácter y enseñó que no se arrugará ante las preguntas comprometidas.
Inició la temporada de la mejor forma posible y busca seguir con esas buenas sensaciones asumiendo, también, ese cargo de no tener a Karim Benzema en el verde. Vini ya es más que indiscutible en el once de Carlo Ancelotti. Es la gran estrella de este inicio de curso.
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