La lacra racista y violenta sigue apoderándose de nuestro fútbol.
Voces autorizadas como Carlo Ancelotti o Xavi Hernández hablaron sobre el acoso al que se están enfrentando y que, especialmente, afecta a Vini Jr, jornada tras jornada.
El carioca sufre problemas en todos los estadios. Metropolitano y Camp Nou, de manera contundente, aunque también se reproducen en el José Zorilla, Montilivi, Son Moix, Benito Villamarín o el más grave, el de Mestalla, que desencadenó todos los hechos en España y que desató una nueva ola de ‘antiracistas’ por todo el mundo. En el caso de Vinícius solo valen los extremos: o eres racista abiertamente o eres antiracista. La realidad es que es una batalla por la que hay que luchar con todas las de la ley.
Vinícius era un crack y opositaba a ser la mejor perla del planeta fútbol. Hasta que decidió apostarlo todo al blanco y rechazar el azulgrana. Le dio plantón al Barça y cambiaron los titulares. Los ‘entendidos’ (y entiéndase el entrecomillado) decían que le pesaba la presión en Brasil, aseguran, y era un “declive millonario”. La realidad era otra.
Viendo sus apariciones en La Fábrica con el Real Madrid Castilla mostraba una destreza fuera de lo común y se inició una campaña que sigue, a día de hoy, y que está con la maquinaría bien encendida. Hay que sumar el elemento del racismo, pero ver a Vini Jr como el mejor jugador del mundo y el que marca más las diferencias… no gusta.
En su primera aparición estelar (en un derbi de filiales contra el Atlético de Madrid). Le mordieron la cabeza y ese acto se fue impune. Tachi (ahora en el Wisla de Cracovia) era un héroe y Vini era el villano. Fue el arranque de un relato que perdura y que demuestra que Vinícius lo ha tenido todo en contra, desde el día uno, en esa lucha por cumplir su sueño como madridista y en la élite del fútbol mundial. ¿Más pruebas? Si remontamos al siguiente partido sufrió una cacería frente al Celta B y terminó yéndose expulsado aprendiendo lo ‘chiste’ que eran los arbitrajes si vistes la camiseta del Real Madrid.
Vini llegó al primer equipo y su ‘ascenso’ ya era imparable. Lideró al Real Madrid post Zinedine Zidane y únicamente pecaba de su falta de gol. Era fundamental, marcaba diferencias, pero no anotaba goles. Eso lo aprovecharon los antimadridistas y, especialmente en el señalado El Chiringuito, los Cristóbal Soria o Jota Jordi, entre otros, se mofaban de un niño de apenas 18-19 años que solo quería jugar a fútbol y cumplir su sueño. Fruto de ese acoso terminó llorando en un Real Madrid-Osasuna tras marcar un golazo descomunal. Se tiraron varios años derramando odio hacia su figura y tratando de hundir su carrera. Y no lo consiguieron.
La 2021-2022 fue la mejor temporada hasta dicha fecha y eso desató que los aficionados mostrasen su racismo. “Vete a recoger plátanos”, “Negro cabrón” o “macaco” eran las primeras réplicas racistas que se escucharon en los campos de España. En Europa y el mundo, todo lo contrario. Rivales rendidos a la evidencia y reconociendo a Vini Jr como uno de los mejores del mundo.
A los aficionados hay que unir la cacería de los rivales, digna del mejor acoso que sufrió Cristiano Ronaldo en su etapa inicial como madridista, para tratar de desestabilizarle. Todo fue a más al ver cómo se consagraba en la máxima élite del fútbol mundial marcando el gol que le dio la Decimocuarta Copa de Europa al Real Madrid en París y al ver cómo tiró del carro toda la temporada.
Todo parecía estar aparentemente calmado hasta que volvieron a aparecer los mismos de siempre, en El Chiringuito, y Pedro Bravo tiró de una frase racista para cargar contra los bailes de Vinícius. Vive instalado en su mejor temporada, provoca miedo y pavor en los rivales, y la realidad es que el de Río de Janeiro está harto.
Se ha cansado de aguantar un infierno en cada salida con el Real Madrid y lo de la ciudad del Turia fue el punto límite y más extremo para terminar de reventar. El mundo es un clamor y está con Vinícius. Ni un paso atrás con todos los racistas y violentos que inundan nuestro fútbol.
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