El inicio de temporada de Fede Valverde es difícilmente mejorable.
El centrocampista uruguayo está demostrando su mejor versión y se ha convertido en un fijo en los esquemas de Carlo Ancelotti. Su estilo de juego representa muy bien lo que le gusta a la afición del Real Madrid.
Su sacrificio y pundonor siempre están presentes y esto, evidentemente, ya ha levantado varias ovaciones en el Santiago Bernabéu. No es para menos.
Podrá estar mejor o peor. Más acertado o menos, pero lo más llamativo de todo es que siempre lo da todo por elástica blanca que defiende desde hace ya unos años.
En la entidad, como no puede ser de otra manera, lo valoran considerablemente y su entrenador lo ve como un futbolista capital para llegar lejos al final de la temporada.
No es el más mediático, ni el que más camisetas vende. En esa categoría están Mbappé, Vinicius y Bellingham. No obstante, considero que el charrúa es de esos futbolistas que son capaces de llegar al corazón de los madridistas.
Uno de los motivos por los que realmente he querido hacer este reportaje es que su evolución en el juego ha sido estupenda. De hecho, es capaz de rendir en el centro del campo, en la banda e incluso se le ha visto hasta de lateral.
El hecho de tener a un futbolista con esa flexibilidad para rendir en diversas partes del campo tiene un valor capital, incluso mayor del que muchos, entre los que me incluyo, le damos en su día a día.
Asimismo, ha sido capaz de mejorar en varias cualidades como es su tiro a puerta. A medida que han pasado las temporadas, el nuevo ‘8’ madridista ha mejorado sus números goleadores.
A pesar de que no es su gran virtud ni tampoco lo que se le pide fundamentalmente, el uruguayo ha ayudado a desatascar partidos con el gran disparo que tiene. Incluso, Carlo Ancelotti ha querido potenciar al máximo este aspecto. Lo ha conseguido.
La ausencia de Toni Kroos ha sido muy dolorosa para el madridismo. Todavía hay quien lo recuerda cada vez que se sienta a ver al Real Madrid. No es para menos, debido a que no hay futbolista como el alemán. Más allá de lo que aportaba con su fútbol, que era único, su jerarquía y personalidad no se encuentra en ningún otro jugador.
El teutón era el ídolo de Fede Valverde. Por este motivo, le cedió su dorsal y desde el presente curso ‘el pajarito’ lleva el ‘8’ en lugar del ‘15’. Como ya dijo él en varias ocasiones, esto supone algo muy especial.
Sin Kroos le toca adoptar una nueva función y es que en el curso actual se le ha visto mucho más por el centro del campo con el objetivo de ser uno de los encargados de hacer jugar al equipo, teniendo en cuenta, claramente, que esta campaña el fútbol del Real Madrid tiene que ser mucho más vertical.
Carlo Ancelotti ha dicho en reiteradas ocasiones que él se tiene que adaptar a la plantilla que tiene y en función de la misma realizará un estilo de juego u otro. El equipo respecto al año pasado es prácticamente el mismo, pero es evidente que sin Kroos y con Mbappé todo ha cambiado.
Tan solo con esto el Real Madrid ya se ha visto obligado a cambiar su manera de jugar de manera drástica. Ni mejor ni peor en comparación con lo que se vio la campaña pasada, simplemente diferente.
Todo lleva un proceso de adaptación y el técnico italiano está encajando piezas con el objetivo de que el equipo alcance su mejor versión. Todavía es pronto para sacar conclusiones. Estamos en octubre.
Lo que sí está claro, y parece que así será hasta el final de la temporada, es que Fede Valverde es una pieza muy importante en los esquemas tácticos de su entrenador. Tal y como dije antes, ha ganado mucho peso en el vestuario y raro es el partido en el que no salga de inicio.
Sin Kroos ha tenido que cambiar su manera de jugar. Lo vemos mucho más con la pelota en los pies y ya no puede hacer de manera tan habitual esas cabalgadas que rompían las líneas de los equipos contrarios. Tiene un juego mucho más posicional, pero es cierto que de vez en cuando lo vemos sumarse al ataque para sorprender a las defensas rivales.
Por último no puedo dejar pasar que el bueno de Fede ya va camino del brazalete de capitán del Real Madrid. Ya está dentro del top 5 y todo hace indicar que va a seguir escalando en este ranking. No se le pasa por la cabeza marcharse de la entidad y tan solo tiene 26 años.
Todavía le queda carrera por delante. Ya en la rueda de prensa previa al partido frente al Nápoles en Italia de la temporada pasada dijo que soñaba con ser el primer capitán del Real Madrid. Ese sueño se puede convertir en realidad y, realmente, lo tiene en su mano. Va camino a ello, sin ningún tipo de duda.
La masa social del club celebraría esta noticia. Bien es cierto que por delante tiene a leyendas como Carvajal y Luka Modric, que representan a la perfección los valores de la institución, pero hay tranquilidad con lo que viene por detrás. Conviene resaltar que Valverde ha pasado hasta por el filial madridista, se marchó cedido al Deportivo de la Coruña, supo esperar su momento y ahora ya triunfa en el primer equipo del Real Madrid. Es un ejemplo y, lo mejor, que todavía hay “pajarito” para rato.
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