A sus 38 años, Filippo Inzagui pelea por seguir dando grandes tardes al fútbol. El problema es que en el Milan no está teniendo muchas oportunidades de hacerlo, pues esta temporada solo ha jugado dos partidos con el equipo y en ambos lo hizo partiendo desde el banquillo. Su contrato acaba en junio, por lo que el delantero ya piensa en prolongar aún más su dilatada carrera en equipos como el Atalanta, Parma o Nápoles.
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