El pasado de Cristóbal Soria antes de sus ridículos en ‘El Chiringuito’: fue linier y le despidieron por tramposo

Su fama le precede incluso antes de ser tertuliano


Cristóbal Soria

Cristóbal Soria




Noche tras noche, si hay alguien que no deja de protagonizar los mayores bochornos en 'El Chiringuito' ese es el antimadridista de Soria. Aunque se haga pasar por un sevillista, lo cierto es que es más culés que otra cosa, como demuestra cada vez que celebra los goles del Barça.

Sin embargo, antes de dar el salto a la fama de la mano de Pedrerol, ya iba labrándose un nombre, y no precisamente por sus buenas actuaciones o por ser una persona respetada que se ganaba el aprecio con su buen trabajo.

Muchos lo conocieron en su etapa como delegado de campo del Sevilla. En aquella época, era habitual verlo en la banda hispalense provocando alguna polémica o buscando sacar de quicio al rival.

Si había alguna pelea o tangana, él siempre estaba por medio, buscando llevar al límite, e incluso saltándose a la torera la deportividad, para provocar la respuesta de los contrarios en acciones detestables.


Como delegado de campo del cuadro hispalense estuvo 11 años, hasta que en Nervión vieron imposible seguir manteniendo sus salidas de tono y sus trampas y se vieron obligados a despedirle. (Denuncian a Aspas)

Y es que, de aquella época, sólo hay que ver cuál es el comentario que más se repite por su labor. Tanto sus seguidores como sus detractores coinciden en que era alguien "sucio y oscuro".

Su carrera estuvo llena de gestos y actos antideportivos, que dejan en muy mal lugar su labor, como decimos, siempre buscando el lado más miserable para sacar el mayor provecho posible para su equipo.

También fue linier

Lo que seguro que casi nadie sabía es que también tuvo su paso dirigiendo partidos. Y es que antes de llegar al Sevilla, llegó a ser árbitro asistente en la Segunda B, y lo desempeñó durante 14 años.

Seguro que fue en aquella etapa cuando aprendió como tratar de engañar a los árbitros, para que nunca descubrieran todas esas artimañas ilegales que luego sacaba durante los partidos, ensuciando un deporte como el fútbol.