Paso de gigante hacia el título liguero, es lo que se podría decir tras el último partido del Real Madrid, este viernes, en la jornada 33 del campeonato nacional frente a la Real Sociedad. El Reale Arena -el mítico Anoeta, a secas- fue testigo del potencial de un chico de 19 años que afrontaba su primera titularidad desde que llegase el verano pasado al Madrid: Arda Güler.
El futbolista turco, de 19 años, anotaba tras una asistencia de Dani Carvajal su segundo tanto con la camiseta blanca, convirtiéndose ya en el futbolista de la Liga con más goles por minutos jugados. Güler es un diamante en bruto, lleno de calidad y, ahora, también es eficiente al máximo, de acuerdo con los datos.
No se conformó únicamente sino que quiso más durante todo el encuentro ante los ‘txuri-urdin’, que fueron en todo momento incapaces de frenar las ‘embestidas’ del mediapunta, que jugó más bien en el costado derecho del ataque del Real Madrid. Güler se multiplicó en todas las zonas del campo, ayudó a sus compañeros en defensa y, siempre que pudo, causó peligro por el gran desborde que arrastra. Además, su rapidez y gran manejo de balón dejaron varias escenas majestuosas.
Una de ellas tuvo como espectador de oro a Vinicius, que se preparaba para entrar al partido. Precisamente, el brasileño entró en el campo por el ‘24’ merengue, pero antes de eso, mientras Vini estaba en la banda, Güler dejaba una obra maestra que dejó sin palabras al ex del Flamengo. A través de un pase de Modric, Güler recibía el esférico y le hacía un ‘sombrerito’ a Javi Galán, que se quedaba totalmente impotente, dándose la vuelta para intentar frenar al joven Arda, que salía disparado como un cohete.
El gran partido de Güler dejó muy buen sabor de boca en el Madrid, tan es así que Carlo Ancelotti confirmó en la rueda de prensa posterior al partido que, de cara a la campaña próxima, el otomano se quedaría en el club. Güler, por su parte, también quiso agradecer el cariño de todo el equipo y la confianza del míster al finalizar el partido. Está claro que Arda Güler no tiene techo y con tiempo puede llegar a ser un futbolista de época.
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