El Real Madrid cosechó este fin de semana su trigesimosexta Liga después de vencer al Cádiz en el Santiago Bernabéu (3-0) y la derrota posterior del Barcelona en su visita al Girona (4-2). Una alegría contenida, como dijo Carlo Ancelotti después del partido ante los andaluces, en tanto que el equipo recibe este miércoles al Bayern, en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones después de un empate (2-2) en el Allianz Arena.
La alegría contenida, que puede llegar a ser meteórica de conseguirse también una plaza en la final de Wembley -y si se levanta la ‘Orejona’, ni digamos-, contrasta con el actual escenario en Barcelona. El conjunto de Xavi Hernández, que fue confirmado por Joan Laporta la semana pasada para seguir la próxima campaña -el técnico anunció, el pasado enero, que no continuaría en el club culé-, no deja de encadenar disgusto tras disgusto, en un caos deportivo y un deterioro institucional inéditos.
Jota Jordi, el agente FIFA que ejerce de tertuliano en ‘El Chiringuito de Jugones’, es la viva imagen del barcelonismo. El ex futbolista no se cansa de hacer el ridículo con sus manifestaciones que, lejos de provocar al madridismo, lo único que produce es mofa, burla y gracia. La última ‘perla’ de Jota ha sido este domingo, a colación del reciente título de Liga conquistado por el Madrid.
“Si yo fuera del Madrid, tampoco celebraría la Liga”, decía un Jota que aún no se ha recuperado de sus últimas -e irrisorias- propuestas, desde recordarle a Mbappé que iba a saber quién era Cubarsí hasta solicitar, a los socios del Barça, cinco euros para que el club puede acometer algún gran fichaje y, de paso, sanear las cuentas.
Jota Jordi, que a principios de temporada hablaba de la superioridad del Barça sobre el Madrid -y lo recordaba la Navidad pasada también, ha decidido, de hecho, no felicitar al Real Madrid por la conquista del campeonato doméstico. “Mi única enhorabuena es para el Girona”, ha dicho, sin olvidar que el conjunto de Miguel Ángel Sánchez Muñoz, ‘Míchel’, le ha endosado ocho goles en los dos partidos de Liga y ha desalojado al Barcelona de la segunda plaza… al menos, por el momento.
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