El Real Madrid no ha dicho la última palabra en el presente curso. El conjunto de Carlo Ancelotti no se conforma únicamente con la Liga recién conquistada este fin de semana luego de vencer en el Santiago Bernabéu al Cádiz (3-0) y el ‘pinchazo’ del Barcelona en su visita al Girona (4-2). A falta de cuatro jornadas aún por disputarse, el Madrid se ha hecho con la trigesimosexta Liga en toda su historia después de un campeonato en el que, de momento, sólo ha perdido un encuentro.
La próxima parada ya es la Champions League. Y no hay tiempo para la relajación ni para el festejo por el título liguero, de ahí que el mismo Ancelotti hablara de una alegría contenida. El objetivo, ahora, no es otro que el de estar en la gran final de Wembley, que se jugará el próximo 1 de junio. Y el desafío por delante, el de doblegar al Bayern en el Bernabéu después de un encuentro muy parejo en el Allianz Arena la semana pasada (2-2).
El club bávaro, precisamente, ya ha realizado una petición a los suyos. Las órdenes desde Múnich pasan por que los aficionados que visiten el templo blanco lo hagan vestidos de color rojo, con el que se ha relacionado históricamente al Bayern.
El conjunto de Thomas Tuchel, que ya se ha anunciado que no seguirá al frente del banquillo la temporada próxima, no atraviesa su mejor momento. Por primera vez, en 11 años, el Bayern ha perdido el dominio en su país, haciéndose con la Bundesliga el Bayern Leverkusen de Xabi Alonso hace tres semanas. Además, en Copa, el Bayern fue eliminado por un equipo de Tercera.
El Bayern visitará el Bernabéu con el propósito de ‘colarse’ en la final de Champions tras cuatro años. Los bávaros perdieron este fin de semana ante el Stuttgart (3-1), en un choque en el que el Bayern ya tenía la mente puesta en la eliminatoria contra el Madrid, que juega sus duodécimas ‘semis’ de la máxima competición continental en los últimos 14 años y podría hacerse con la ‘Orejona’ dos años después de la Catorce.
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