El Madrid pierde la Liga en el Palau: aplaudir al presente... y a pensar en el futuro

El Real Madrid peleó hasta el final en una temporada muy complicada; perdió por 92-73 ante el Barça.

Toca aplaudir. Pasase lo que pasase, visto lo visto, al Real Madrid de Baloncesto no se le puede reprochar nada. Pelearon por estar en la final de Liga ACB y su temporada, pese a solo quedarse con un título, la Supercopa, en la presente temporada merece una buena ovación. Fugas a la NBA, problemas de constantes lesiones... y en Barcelona no salió nada. Una vez aplaudido el presente, toca pensar en el futuro que está por venir y en levantarse del presente curso.

El Real Madrid de Baloncesto tenía una batalla, a vida o muerte, para seguir vivo en la final de la Liga ACB. Las bajas, la temporada y todo el desgaste... Todo en contra de los de Laso y con el 1-0 del WiZink Center amenazando con reventar la serie. Los blancos necesitaban la versión superlativa que casi asalta al Efes o la victoria que logró en Barcelona hace meses.

"No hay red", decía Laso. Y toda la razón del mundo. Al igual que el análisis simplista sobre lo que tenía que hacer el Real Madrid. "Meterlas". Tan fácil como sonaba en una única palabra. Y a su vez tan difícil.

Si alguien era capaz de hacerlo... ese era el Real Madrid, pero la plantilla necesita savia nueva y necesita refuerzos. Quedó demostrado en Barcelona, ante infinidad de problemas, viendo como su máximo rival era un rodillo en el parqué.

Los culés implantaron su ley en el primer tiempo y la diferencia estaba en el porcentaje de anotación. Los madridistas caían 48-40 y ya en el primer parcial (11-3) y los datos de anotación de unos y otros lo decían todo: un 15% de anotación, por momentos, para los de Pablo Laso, mientras que el Barça superaba el 85% de acierto. Ahí estaba la diferencia en la primera mitad.

En el segundo tiempo se confirmó y el equipo de Jasikevicius confirmó su cómoda ventaja para salir como campeones de Liga (92-73) , pese a que hubo, por momentos, intento de arreón madridista para conseguir lo imposible. Eso va en el ADN y eso se aplaude. Al igual que toda la temporada madridista, pese a salir solo con la Supercopa bajo el brazo. A partir de esa conquista todo fueron problemas.

Un resultado totalmente justo, visto lo visto, y que marca que los merengues necesitarán una profunda restructuración de plantilla para la próxima temporada. Pasase lo que pasase, solo tocaba aplaudir. Se llegó lejos y se compitió. Ahora a mirar por el futuro. Enhorabuena a los culés, que disfruten, volveremos...

Así hemos vivido el partido



Reportajes DC