El conjunto blanco va camino de conquistar el campeonato doméstico en una temporada bastante complicada.
El conjunto de Carlo Ancelotti está demostrando una autoridad digna de alabar. Prueba de ello es que tan solo ha cedido una derrota, que fue allá por el mes de septiembre en el Civitas Metropolitano, y seis empates.
Falta ponerle el broche de oro, evidentemente. Este no sería otro que alzarse con el título, qué duda cabe. El equipo va camino de ello, pero, preferiblemente, mejor no alzar las campanas al vuelo.
La distancia respecto al FC Barcelona, segundo clasificado, es de ocho puntos y con el Girona, que va tercero, se distancia hasta los diez. Palabras mayores.
Pese a ello, voces autorizadas de Valdebebas resaltan en todo momento que no hay nada ganado. Ponen el foco en ese clásico contra los pupilos de Xavi Hernández del próximo 21 de abril. Ese día está marcado en rojo en el calendario y puede suponer el broche de oro al campeonato liguero.
Carlo Ancelotti tiene mucha importancia en el gran balance de resultados que está cosechando su equipo. El italiano ha logrado crear un equipo totalmente autoritario. Con un Jude Bellingham excelso, siendo esta la gran novedad de la plantilla, los blancos empezaron a imponerse en el primer tramo de campaña. Desde entonces han puesto la directa hasta hoy y el ritmo, evidentemente, es de campeón de liga.
Los más críticos con el italiano le suelen reprochar que sus equipos rinden mejor en torneos cortos, es decir, en copas o en la Champions. Esto es cierto, de hecho, así lo refleja su palmarés. No obstante, el bueno de Carletto, que ya se hizo con el título liguero en 2022, ha dado toda una grandísima lección durante el presente curso.
El camino hasta el momento no ha podido ser más complicado. Por esta razón, entre otras, me encuentro haciendo este reportaje. El Real Madrid ha sufrido más lesiones que cualquier otro año, por lo menos que yo recuerde. Ya el propio Ancelotti aseguró en sala de prensa que lo que le estaba pasando esta temporada no le había sucedido nunca a lo largo de toda su carrera deportiva. Palabras mayores.
El campeonato ha sido una auténtica lección de supervivencia. Desde antes de empezar la campaña ya llegaban las malas noticias. La enfermería se empezaba a llenar con la lesión de Thibaut Courtois. El belga se rompía en un entrenamiento el cruzado anterior de su rodilla izquierda. Peor inicio, posible.
Todo no quedaría ahí. Para más inri, en la jornada 1 frente al Athletic Club de Bilbao, Eder Militao se tenía que retirar del terreno de juego de San Mamés. El central brasileño se despedía de la temporada hasta hace tan solo unos días. Así pues, a mediados de agosto, el equipo blanco ya había perdido a dos piezas claves. El mejor portero del mundo y el central que más seguridad daba en la línea defensiva.
La realidad es que parecía que al Madrid le habían hecho un mal de ojo o algo por el estilo, pero lo cierto es que peor no pudo ir. Futbolistas como Vinicius, Tchouaméni o Camavinga también causaron baja. Surrealista. En diciembre llegaría la ausencia de David Alaba para el resto de la campaña. La dirección deportiva decidió no fichar y apareció la mejor versión de Tchouaméni… como central.
Evidentemente, el Real no consigue este grandísimo rendimiento en liga solo por Tchouaméni. Al fin y al cabo, esto es un deporte de equipo. Sin embargo, estimo necesario pararme a hablar del francés, debido a que ha conseguido ser un auténtico ‘comodín’ para su entrenador.
Sin ir más lejos, recuerdo que el Madrid se enfrenta en el Bernabéu al Girona, que iba segundo en aquel entonces, sin ningún central disponible. El ex del AS Mónaco jugó en el eje de la defensa junto a Carvajal, siendo esta una pareja de centrales totalmente inédita. Palabras mayores. Los locales ganaron aquella tarde 4-0
Pues bien, la óptima versión de Aurélien en el eje de la defensa ha supuesto un alivio a la institución. Muchos lo llaman el ‘Fernando Hierro’ del equipo, básicamente por las similitudes entre ambos, y hay quien cree que puede ser un grandísimo defensor. Pese a ello, en la hoja de ruta de Florentino está fichar a un central para la temporada que viene, pero es cierto que Tchouaméni está cumpliendo con el ‘papelón’ que le ha tocado asumir.
Para ir camino de ganar una liga hace falta un gran fondo de armario, o sea, una plantilla en la que todos aporten en ciertos momentos de la temporada. Más aún, cuando se ha tenido tantos inconvenientes como ya he mencionado anteriormente.
A pesar de que el equipo generaba muchas dudas, lo cierto es que el tiempo ha dado la razón a la dirección deportiva de la entidad. Han fichado a jugadores como Brahim y Joselu que, pese a no ser titulares indiscutibles, siempre aportan y han llegado a marcar la diferencia. Vinicius está sacando su mejor versión tanto por la izquierda como por el medio. Fede Valverde, que es el único que lo ha jugado todo, ha sido el encargado de dar equilibrio al equipo. Rüdiger se ha consagrado y Mendy ha vuelto a ser una ‘roca’ en defensa.
¡Ah! y por supuesto, Lunin ha demostrado que está capacitado para defender la portería de un equipo de élite. De Bellingham no hablo porque ni falta que hace. El inglés ha marcado la diferencia.
Por esto, entre otras cuestiones, este Real Madrid de Carletto va camino de una nueva liga. En caso de que gane todo lo que queda llegaría a los 99 puntos, una cifra que lo dice absolutamente todo. Falta poner el broche de oro, cierto, pero los síntomas no pueden ser mejores. Mientras tanto, la Cibeles se va poniendo guapa. Parece que va a tener visita dentro de poco.
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