Casillas no se toca

Si hay algo que verdaderamente me moleste en este mundo, el del fútbol, tan hipócrita en ocasiones, es que se discuta a los buenos. Desconozco si es porque los malos es tan obvio que son malos o por las razones que sean, pero me duele cuando se ataca frontalmente a uno de los buenos. No lo concibo. Es más, pienso que los buenos deben jugar siempre, estén mejor o peor, pero tienen que jugar. El que ha demostrado que vale puede pasar una mala racha. El que no ha demostrado nada en su vida no merece, tan siquiera, la crítica pero los buenos, merecen siempre el beneplácito de la duda.

Reconozco que Casillas no pasa por su mejor momento. Un servidor, que fue portero en el equipo de la universidad, puede dar buena fe de lo que le sucede a Casillas. El mostoleño tiene cierta inseguridad en sus acciones. Le falta confianza y Schuster lo único que parece intentar es minársela aún más. Por ahí va mal el alemán.

Casillas es un gran portero que también tiene días malos y fallos. Como todos en el fútbol. Buffon canta, Cech canta y Casillas también. Tiene derecho a hacerlo aunque algunos que tantas veces le han dorado la píldora diciendo que es el mejor, ahora piensen que es un cantamañanas y que tiene aceite en las manoplas. Iker ha demostrado lo que vale, y levantarse de la mala racha que atraviesa le va a hacer convertirse en mejor portero. Eso sí, cuando el capitán de España silencie el Camp Nou el próximo 13 de diciembre, espero que los pelotas no le envíen christmas navideños porque el tufillo podría cantar en exceso.
 



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