Siempre el de siempre

Raúl volvió a darle el triunfo al Madrid. Fue en una noche muy fría. A él le da igual: cuando estemos a 40 grados, si se tercia volverá a marcar. Ese gol, el 306 en su carrera, le pone a uno de los 307 de Di Stéfano. Hay veces que me pregunto, en realidad cada dos por tres, qué hubiera sido del Madrid sin Raúl. Siempre el de siempre.

Total, que tras las derrotas de Sevilla y Valencia y el empate de Osasuna en Villarreal, el Madrid se consolida en la segunda plaza. Visto lo visto, su lugar en la Liga. El Barça, ayudadito por el árbitro nada menos que frente al Numancia, está por encima. Que una cosa, lo del árbitro, no quita la otra. Que el líder lo es sobre todo a lomos de su fútbol.

El Madrid no despertó pasiones el domingo; le veo como en rodaje. Ha aprendido algo vital, que es cerrar los caminos hacia Casillas. Ante el Deportivo  sólo tuvo una gran prueba de fuego en un jugadón de Lafita, con tirazo final que despejó el 'Santo'.

El reto del Madrid es la Champions y ahí sólo tienes posibilidades de éxito si no encajas goles. Si además juegas bien ya es la monda, pero no parece que éste pueda ser el caso del Madrid. Jugar bien, lo que se dice bien, lo hace a cuentagotas. Ves jugar a Kaká, a Cristiano, y te das perfecta cuenta de lo que le falta al Madrid. Y sin verlos, también. Total, que otro monumento que el madridismo debería levantarle al 7. Hay cosas que cambian en este mundo; esto, no.


 



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