La Copa llega como bálsamo

Después de la fuerte emoción transformada en tristeza del pasado clásico, al Real Madrid le toca defender su corona de campeón de Copa. Hay quien dirá que es una competición menor, pero no hay que olvidar que el madridismo se echó a la calle el año pasado con su consecución ante el Barcelona. Sí, el mismo equipo que parece haber derrumbado a una parte del madridismo tras lo sucedido el sábado, pero al que el Real Madrid le arrebató hace unos meses este valioso trofeo. La herida todavía duele, pero cicatrizará.  

El partido de esta noche en Ponferrada tiene truco. El de siempre en este tipo de partidos: absolutamente nada que ganar y todo que perder. Si mañana el Real Madrid no es portada en los medios de comunicación por lo sucedido en El Toralín será la mejor de las noticias, querrá decir que ha ganado o que, al menos, no ha perdido. A pesar de que la lógica invitaría a pensar en una goleada para los de Mourinho, la motivación del equipo y afición local puede obligar a los blancos a meter la pierna más de lo que les gustaría si no quieren caer en el error de ser noticia mañana.

Para ello, el técnico madridista tirará de varios de los menos habituales, los que tienen que llamar a la puerta para intentar rascar más minutos tanto en Liga como en Champions. Mourinho ya advirtió ayer que el año pasado su equipo no pudo ganar en Murcia, y espera un partido complicado para esta noche. Resolver la eliminatoria sería un pequeño regalo anticipado, como lo será para la Ponferradina poder ver de cerca a Cristiano Ronaldo.

Reportajes DC