Orenga marginó a Felipe Reyes en una noche de pesadilla

Resulta complicado imaginar un epílogo peor para una de las generaciones más gloriosas del baloncesto europeo. Y es que es España perdió en los cuartos de final su Mundial ante una de sus eternas rivales, anotando únicamente 52 puntos y después de haber pregonado a los cuatro vientos que debía ser una de las dos finalistas del campeonato. Pero las peores pesadillas se hicieron realidad y el combinado nacional mostró su peor cara justo cuando empezaba a ser la hora de la verdad. De nada sirvió haber aplastado a los galos en la primera fase por más de veinte puntos de diferencia, pues cuando llegó la hora de la verdad los brazos se encogieron y las cabezas no funcionaron como debían.

De hecho el partido no comenzó bien desde el primer momento, con un 0-8 inicial que pudo ser sofocado en los minutos posteriores hasta alcanzar el empate a 15 en el descanso. Sin embargo España no estaba en su mejor día y cada ataque era un suplicio, ya que ni el juego interior encontraba soluciones para el problema ni el tiro exterior estaba en unos porcentajes decentes. Eso, unido al dominio aplastante de Francia en el rebote de las dos zonas supuso un lastre enorme que dejó la diferencia en siete puntos al llegar al descanso (28-35, min.20).

Tras los 15 minutos de asueto España ajustó algo su defensa y aumentó la intensidad, lo que sirvió para poner por delante a la 'Roja' (40-39, min.28). Sin embargo, no fue más que un triste espejismo, ya que la defensa planteada por Francia se encargó de cerrar todos los caminos hacia el aro y provocó un cortocircuito español de dimensiones mayúsculas. Así, a la campeona europea le bastó anotar a cuentagotas de la mano del inspirado Heurtel para dejar que España se desangrara lentamente (52-65, min-40) sin terminar de creerse lo que realmente estaba pasando. Y mientras tanto, Felipe Reyes, Abrines y Claver miraban en el banquillo incrédulos sin disfrutar de un solo minuto en la cancha. Especialmente sangrante fue el caso del madridista, un hombre con carácter, intensidad y experiencia suficiente como para haber aportado cosas positivas en la pista. Cosas de Orenga, quien por cierto aseguró que no piensa en dimitir a la espera de que la Federación dicte sentencia al respecto.