El Madrid aplaza el pase para Turquía

Llull con 22 puntos no fue suficiente para vencer al Darussafaka. Espléndido Wanamaker con 21 puntos.


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Inicio similar al primer partido (1er cuarto: 19-22)

El partido comenzó de una forma parecida al de este miércoles. Peleón el Darussafaka que empezó mandando en el comienzo y el Madrid intentando despertar del ‘letargo’ inicial. El juego que plantearon los otomanos fue mucho más defensivo que en el primer duelo entre ambos. Aguerridos atrás y con la intención de hacer daño en el ataque. La ventaja, eso sí, fue mínima ya que el Madrid no estuvo tan desacertado como en el primer encuentro y dominó el juego en el poste bajo con mayor clarividencia.

El Madrid no se libra de la espesura (2do cuarto: 38-44)

La imprecisión se apoderó en los dos conjuntos y parecía estar ganando el equipo que menos fallos cometía en el parqué. La espesura del Madrid fue diluyéndose como un azucarillo con el paso de los minutos, pero al equipo le faltaba la chispa de otros días, esa chispa capaz de arrasarte en segundos. Los de David Blatt, mientras los blancos no se encontraban, seguían anotando con Zizic apuntando a una alta anotación (10 pts) y con el arbitraje haciendo de las suyas como pasó en el primer partido con decisiones que creaban controversia en el Palacio de los Deportes, Laso incrédulo ante el arbitraje se desgañitaba desde su zona técnica desesperado ante algunos lances del juego. Lo cierto es que el equipo turco estaba ganando todos los rebotes y el Madrid estaba ‘suave’ en todas las jugadas. Llull intentó, a falta de un minuto para el tiempo de descanso, recortar ventaja, pero el Darussafaka clavó un triple que dejó ‘congelado’ al madridismo para poner tierra de por medio en el marcador.

Llull saca la raza merengue (3er cuarto: 68-66)

Los de Laso se pusieron el mono de trabajo y empezaron el segundo tiempo apretando los dientes y con Llull que empezaba a mostrar esa ‘chispa’ que necesitaba el equipo. Con dos triples y un intento del tercero levantó al Palacio (cosa habitual) y colocó a los suyos por delante en el electrónico (05:00, 52-47) Pidió tiempo muerto Blatt para frenar el efecto Llull (16 pts y más de la mitad en ese periodo), pero ni por esas, él solo había levantado el WiZink Center. Siguió su festín para elevarse a 20 puntos al finalizar el cuarto y haciendo jugar a todo el equipo que parecía haber dado con la ‘tecla’. Wanamaker volvía, como en el primer partido, a tener su ‘pulsito’ de MVP con Llull (15 pts) y tirando del carro del Darussafaka cuando peor iban las cosas para ellos.

El Darussafaka ‘rasca’ oro (4to cuarto: 80-84)

Comenzó el cuarto decisivo y el cuadro dirigido por David Blatt puso toda la carne en el asador. Laso sacaba a Carroll como el arma para desequilibrar el partido. El Palacio, mientras, alentaba a su equipo ‘enfurecido’ todavía con el arbitraje y alentando a los suyos (07:00) Llull apretaba las ‘tuercas’ para hacer temblar al pabellón madridista (72-72) el Darussafaka volvió a ponerse por delante y puso la diferencia con Wanamaker. A Llull su ‘mandarina’ no le entró y al ‘11’ del equipo otomano sí (02:30) con 76-78 Rudy taponaba un balón clave en defensa y el Darussafaka perdía el balón. Una jugada trascendental si el Madrid la metía, pero Carroll falló su tiro desde el 6’75. Wilbekin preso de los nervios erró su tiro en el contragolpe (1:08) y desde la personal Ayón empataba la contienda para desesperación de David Blatt y la presión era máxima por parte de la parroquia madridista. Darussafaka cobraba una ventaja esencial y el Madrid intentó forzar la prórroga hasta el último segundo (80-82) mandando a la personal a los otomanos, pero fue a Wanamaker que es fiabilidad absoluta (21 pts) y el Madrid se irá a Turquía con 1-1 en el global. La semana que viene el desenlace.