El ejército de Messina fue menos malo

El Real Madrid cayó ante el CSKA de Moscú en la tercera jornada de la Euroliga por 54-58





El Real Madrid sigue sin sobreponerse a su mala racha de resultados y perdió, en un partido muy igualado, ante el CSKA de Moscú en Vistalegre por 54-58. El marcador refleja la tensión y el agarrotamiento que sufrieron los jugadores a lo largo del partido. Cuarta derrota consecutiva de los de Plaza que se quedan con un triunfo y dos derrotas en el grupo europeo.

El partido comenzó muy frío, con tensión. En el Real Madrid, en cierto modo, se podía entender tras los últimos acontecimientos. La muñeca no responde con la misma facilidad cuando las palmadas acarician tu espalda que cuando en vez de palmadas te clavan cuchillos, y eso se nota. Sin embargo, el CSKA se contagió de la tensión del partido y también salió un tanto frío, rozando lo apático por momentos.

Los bajísimos guarismos en los que se movía el marcador eran la prueba del algodón. Generalmente, cuando un partido es un acopio de tensiones, los puntos suben con la misma dificultad que supondría a cualquier persona ascender el Angliru. Con pesas sobre los hombros, los dígitos caían poco a poco sobre el luminoso de Vistalegre. Los rusos, entrenados por un italiano, Ettore Mesina, con lo que ello supone en cualquier deporte. Los italianos son maestros de la estrategia, en eso no hay duda, pero son amarrateguis por naturaleza. Messina, como buen transalpino de pro, es un buen técnico, cuestión que no hay que dudar pero con el 'defecto' de jugar feo. Eso sí, muy resultadista. Pero un equipo en el que juegan Morris, Planinic, Lorbek o Siskauskas debe ser un auténtico cohete, y el CSKA no lo era. Si tan malos eran unos (los de blanco) y tan buenos otros (los de rojo), habría que esperar una diferencia de -20 en contra del Real Madrid a los cinco minutos, pero no era así.

Trabajando, luchando y 'currando' como auténticos profesionales, los de Joan Plaza mantenían mínimas diferencias a su favor, con un pequeño defecto, el rebote defensivo. Hasta cinco capturas en ataque consiguieron los moscovitas en el primer cuarto, sin embargo, el balance de pérdidas de balón estaba casi tan igualado como el marcador.


Para darse cuenta de la terrible igualdad que presidió el choque, sólo hizo falta ver la celebración de Vistalegre del triple de Bullock que cerró el segundo cuarto y que, en ese momento, suponía la mayor ventaja del partido. Cinco arriba para los de Plaza, un pírrico 28-23. Había partido, aunque algunos en los días anteriores vaticinaban paseo militar del ejército militar ruso.

TERCER CUARTO EN LA MISMA LÍNEA
 

El paso por los vestuarios no desperezó demasiado las muñecas. Se mantenía la racha de fallos, y la tensión se cortaba con la fina hoja de un cuchillo. La reanudación despegó sin el Real Madrid en el campo. Los blancos no se enteraron de que la pelota ya botaba, y los rusos lo aprovecharon para colocar un parcial de 2-11 que les devolvió la delantera en el luminoso.

Pese a todo, las diferencias seguían siendo mínimas. Madridistas y rusos jugaban al 'pilla-pilla'. Que tu fallas, yo también. Si tu haces falta, yo también la hago para no ser menos. Se calcaban las jugadas. La única acción que realizó el Real Madrid que no pudieron copiar los rusos fue un tapón en lo alto del Pabellón realizado por Hosley. Planinic se las prometía muy felices, pero el americano sacó la mano y junto al tablero levantó al público de sus asientos en una de las acciones (pocas) de mayor espectacularidad del partido.

Sin embargo, el CSKA empezó a despegarse poco a poco, como si de una calcamonía de parque de atracciones se tratara. Los rusos, maestros en las distancias cortas (y eso que ya no cuentan en sus filas con Papaloukas) supieron rentabilizar al máximo los 6-8 puntos con los que se plantaron en los dos últimos minutos del partido. Plaza apostó por el bloque nacional (Raúl López, Llull, Mumbrú y Felipe Reyes) con apariciones de Hosley y Massey. Sin noticias de Pepe Sánchez ni Papadopoulos, desaparecidos. El equipo, guerrero como siempre, creyó hasta el último segundo en la victoria, pero un mal pase de Mumbrú unido al acierto de Langdon y Khryapa en los tiros libres, acabó con la resistencia de los blancos. Algunos estarán preparando la guadaña contra Plaza aunque, tal vez, habría que mirar a otro lado.

- Ficha técnica:

54 - Real Madrid (10 18 10 16): López (8), Bullock (7), Mumbrú (10), Massey (2), Reyes (10) -cinco inicial-, Llull (5), Hosley (6), Sánchez (-), Papadopulos (-), Hervelle (4) y Hamilton (2).

58 - CSKA Moscú (11 12 16 19): Planinic (13), Langdon (4), Siskauskas (11), Morris (6), Lorbek (4) -cinco inicial-, Savrasenko (5), Zisis (6) y Khryapa (9).

Árbitros: Zavlanos (GRE), Dozai (CRO) y Sahin (TUR). Excluyeron por personales a Lorbek (m.36), Savrasenko (m.37) y Khryapa (m.40).

Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada de la primera fase de la Euroliga 2008-09 disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 9.000 espectadores